Las relaciones con la diócesis se han normalizado totalmente
Benedicto XVI tuvo un encuentro con el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, con motivo de la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para la Familia que se celebró la pasada semana en Roma y en la que participó Mendoza como miembro de este dicasterio. El presidente de la Universidad Católica entregó al Santo Padre el libro conmemorativo del VI Encuentro Mundial de las Familias que tuvo lugar el pasado año en México «La familia formadora en los valores humanos y cristianos» que ha sido editado por la Universidad.
Benedicto XVI preguntó por la marcha de la UCAM, y envió un saludo y su bendición a toda la comunidad universitaria, así como a todos los murcianos, Región de la que guarda un gran recuerdo de las visitas que realizó en su etapa como cardenal.
Mendoza puso en conocimiento del Papa el gran aumento de alumnos que ha tenido la Universidad este curso y le mostró su alegría por el nombramiento de monseñor José Manuel Lorca Planes, como obispo de la diócesis de Cartagena. Mendoza resaltó que «hay una estrecha comunión con el Obispo que apoya totalmente a la Universidad y que las relaciones con la Diócesis se han normalizado totalmente». El presidente de la Católica destacó que «fue un regalo extraordinario poder mantener este encuentro con el Papa».
Asimismo, Mendoza efectuó un breve repaso de los asuntos fundamentales que se trataron en el VI Encuentro Mundial de las Familias de México sobre los que versa el libro entregado al Papa. Al respecto, el presidente resaltó que el tema fundamental que se trató fue la importancia de que los jóvenes pudieran conocer la persona de Cristo como Salvador. En este sentido, añadió que «es muy importante que los padres ayuden a los hijos a redescubrir su fe, llevarlos a estudiar a colegios que pueden complementar la labor que los padres desarrollamos con los hijos, así como a parroquias donde puedan recibir una ayuda en la madurez de su fe cristiana». Mendoza apostilló que uno de los puntos más destacados de este encuentro fue poner de manifiesto que «el derecho de educar a los hijos corresponde esencialmente a los padres». El eje central de este encuentro fueron las las prioridades de la pastoral de la familia y de la vida en todo el mundo.