"No todo lo que el mundo de hoy propone es digno de ser asumido por el pueblo maltés
Benedicto XVI exhortó hoy al pueblo de Malta a proteger su «fe en Dios y su Iglesia» frente a las «muchas voces» que «tratan de convencernos de dejarla de lado», según declaró durante la multitudinaria misa que celebró esta mañana en la Plaza de los Graneros de Floriana.
«No todo lo que el mundo de hoy propone es digno de ser asumido por el pueblo maltés«, afirmó, subrayando que «muchas voces tratan de convencernos de dejar de lado nuestra fe en Dios y su Iglesia, y elegir por nosotros mismos los valores y las creencias con que vivir». «Nos dicen que no tenemos necesidad de Dios o de la Iglesia«, prosiguió.
Por esta razón, «cuando nos sentimos tentados de darles crédito, hemos de recordar el episodio que nos narra el Evangelio de hoy, cuando los discípulos, todos ellos pescadores expertos, habiendo bregado toda la noche, no consiguieron un solo pez», pero cuando «Jesús les dijo dónde echar las redes, la pesca fue tan grande que apenas podían sacarla», recordó.
El Obispo de Roma hizo estas manifestaciones ante unas 50.000 personas que asistieron en la explanada de los Graneros, de Floriana, cerca de La Valeta, a la misa que celebró en su segundo y último día de estancia en Malta, en el que también se reunirá con los jóvenes.
A la misa asistieron numerosos inmigrantes y «víctimas de la violencia consumada en los hogares y ambientes educativos«, según precisó el arzobispo de Malta, Paul Cremona, quien dijo en sus palabras de saludo al Papa que la Iglesia maltesa «reconoce el fracaso y los pecados de sus miembros».
Igual que ayer, miles de personas salieron a la calle para celebrar la visita apostólica del Pontífice, que es la XIV que realiza al extranjero desde que fue elegido Papa. Los fieles se congregaron en la Plaza de los Graneros, que está situada frente a la iglesia de San Publio, para seguir la misa dominical.
Muchos de ellos portaban banderas del Vaticano con la imagen del Papa. Entrevistado por Europa Press, uno de ellos, Beppe Muscat, que tiene 21 años, aseguró que «el pueblo de Malta es muy cristiano y está muy contento de tener al Papa en su tierra».
Muscat, que se dijo contrario al aborto y al divorcio, los cuales todavía no están legalizados por la legislación maltesa, consideró que «si Malta ha ido hacia delante es porque ha defendido sus valores. El momento en que los pierda, Malta se perderá a sí misma», agregó.
Otro joven, Stefan Desira, que tiene 23 años y trabaja como profesor, acudió al evento con el movimiento Neocatecumenal, que ha reunido a «unos 1.000 malteses» para saludar al Papa en distintos puntos de la isla, explicó.
Desira también afirmó que el pueblo de Malta es «muy católico» y por este motivo «ha sabido dar una muy buena acogida al Papa». «Nosotros nos distribuimos en distintos puntos de su recorrido para demostrarle nuestro afecto», explicó. «Yo personalmente me siento muy unido al Papa y creo que él es el mensaje de Cristo en la Tierra«, agregó.
Aunque la gran mayoría de la sociedad maltesa es católica, en algunos sectores de la sociedad causó malestar la directriz de la Iglesia maltesa, que no dejó que en las tribunas de autoridades los invitados separados pudieran acudir con su nueva pareja. Actualmente, la posibilidad de legalizar el divorcio es uno de los temas más debatidos en Malta.
(Rd/Ep)
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