La Santa Sede y Vietnam rompieron sus relaciones tras la independencia vietnamita en 1954, después de que el régimen comunista prohibiera el catolicismo
Benedicto XVI nombrará a un representante no-residente de la Santa Sede en Vietnam con el fin de «profundizar» en las relaciones entre ambos estados y en los lazos entre el Vaticano y la Iglesia vietnamita, informó hoy la oficina de prensa vaticana.
El anuncio llegó tras la conclusión en el Vaticano del segundo encuentro del Grupo Conjunto de Trabajo formado por representantes de ambos estados -el primero se celebró en Hanoi en febrero de 2009- y cuyo objetivo es el de restablecer sus lazos diplomáticos rotos desde mediados de los años 70.
Se trata de «un primer paso» hacia ese objetivo, precisa la nota, que anuncia un nueva reunión del Grupo de Trabajo en Vietnam, aunque sin indicar la fecha en la que ésta tendrá lugar.
En el encuentro mantenido en el Vaticano los pasados 23 y 24 de junio, las delegaciones de ambos estados abordaron temas internacionales ligados con las relaciones bilaterales y con la Iglesia católica en Vietnam y han verificado un avance «alentador» en las varias áreas de la vida católica en el país asiático.
La delegación vietnamita, según la nota, ha recordado la posición de la política de su país de respeto a la libertad religiosa, así como las medidas legales establecidas orientadas a garantizarla.
Por su parte, la delegación de la Santa Sede ha pedido que se aseguren ulteriores condiciones que permitan participar a la Iglesia con mayor eficacia en el desarrollo del país, «especialmente en el ámbito espiritual, educativo, social, sanitario y caritativo«.
La Santa Sede y Vietnam rompieron sus relaciones tras la independencia vietnamita en 1954, después de que el régimen comunista prohibiera el catolicismo.
Desde entonces Hanoi y el Vaticano han mantenido varias disputas en relación a la libertad religiosa y a propiedades de tierras que fueron confiscadas a la Iglesia.
Vietnam es después de Filipinas el segundo país de Asia con mayor número de católicos, unos 8 millones de fieles.
El principal escollo en las negociaciones es el nombramiento de sacerdotes y obispos, en los que el Gobierno de Hanoi quiere intervenir, mientras el Vaticano subraya que es una prerrogativa que corresponde al Papa.
(Rd/Efe)