Londres dará hasta 1.500 libras a criminales extranjeros que vuelvan a su país

El Gobierno británico quiere ofrecer un incentivo de hasta 1.500 libras esterlinas, unos 1.750 euros, a los asesinos, violadores y otros criminales extranjeros que, cuando cumplan su condena en prisión, deseen retornar a su país de origen, según ha informado el diario ‘Daily Telegraph’.

El rotativo asegura que el importe ofrecido por el Gobierno que lidera David Cameron «triplica» la cantidad ofrecida con anterioridad a los convictos e interpreta que el aumento de la cantidad económica se debe al deseo de reducir el número de presos en la saturadas cárceles de Reino Unido.

Los presos que decidan aceptar esta cantidad y regresar a su país en los últimos nueve meses de su condena recibirán más dinero que aquellos que lo hagan al finalizar su pena de privación de libertad en Reino Unido.

El diario ‘Daily Telegraph’ asegura que esta medida podría ser aceptada por «cientos de criminales» pero que ha sido criticada por sectores que la consideran «una obscenidad», teniendo en cuenta que los británicos que cumplen la ley y las propias víctimas de los criminales extranjeros están asumiendo día a día un mayor coste de vida por las medidas de austeridad impuestas por el Ejecutivo por la crisis financiera.

Los incentivos para el retorno de extranjeros convictos fueron puestos en marcha en 2006 por el Gobierno laborista, en un intento por evitar continuas disputas sobre deportación de extranjeros y fueron entonces criticados por el Partido Conservador desde la oposición.

El pago del incentivo se realizará por medio de una tarjeta de prepago por valor de 500 libras que será entregada a los presos antes de llegar a su país y que podrán canjear en una entidad bancaria, además de otras mil libras adicionales, que cobrarán cuando cumplan un mes allí.

Para conseguir ese incentivo, los criminales deben explicar en la Organización Internacional de las Migraciones del Ministerio del Interior británico cómo pretenden utilizar ese dinero. El sentido de la medida es proporcionar dinero en efectivo a los reos para que puedan pagar gastos como la vivienda, un tratamiento médico o intentar abrir un negocio.

En 2009, casi un tercio de los de 5.535 criminales extranjeros que cumplían condena en cárceles británicas abandonaron Reino Unido aceptando un incentivo. Entre los 1.660 criminales que dejaron el país, figuraba Agnes Wong, una ciudadana malaya que mató a un bebé de 17 meses.

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