La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) ha recibido «con bastante ilusión y alegría» la noticia de que España comenzará a retirar militares de Afganistán a mediados del año que viene para completar la retirada en 2014, aunque ha recordado que es difícil que el país centroasiático alcance la seguridad «al cien por cien» por lo que hay que estar «atentos a las alertas».
En declaraciones a Europa Press Televisión, el presidente de la asociación, Jorge Bravo, ha indicado que la noticia ha sido bien recibida «sobre todo» por los «propios militares y sus familiares» que, a su juicio, son los «que están deseando no tener que estar interviniendo en estos conflictos».
«Parece ser, según las informaciones que nos han dado, que en la zona de Herat (oeste de Afganistán) se está cumpliendo la última misión y a España le va a tocar replegarse en la zona de Bagdhis (norte) y esperemos que eso sirva no sólo para ayudar a quitar penosidad en las labores que tienen nuestras tropas allí sino además para incrementar la seguridad», ha matizado.
No obstante, Bravo ha advertido de que la seguridad, «por mucho que se pueda incrementar, siempre es insuficiente» desde el punto de vista de que «el enemigo trata de ir en contra de esas medidas que se están incrementando». «La seguridad es un tema que está ahí, que nunca se alcanza al cien por cien y que hay que estar retroalimentándola», ha aclarado.
DESGASTE DE LOS EFECTIVOS
Por eso ha esperado que tanto el Gobierno como los militares de la zona norte del país «estén atentos a las alertas e incrementen todas las medidas de seguridad» para que se pueda iniciar el traspaso de responsabilidad a las autoridades afganas, con la intención de que culmine en 2014.
Bravo ha aprovechado para manifestar que «las rotaciones que se están produciendo en las distintas misiones en las que participa España» están originando un «desgaste familiar y social grave». «Estamos viendo cómo incluso se están reduciendo derechos para mantener las misiones por el elevado número de personal que tenemos en ellas», ha añadido.
Finalmente ha agregado que es difícil que la retirada se efectúe «al cien por cien» en tanto en el lugar se quedarán unidades de control y supervisión. «Es necesario mantener siempre unos equipos que son los que van a estar corroborando que la misión se va a llevar a cabo», ha sentenciado.
