"Con este decreto se liberaliza el uso de internet y se adaptan los reglamentos a los medios modernos, porque un mail o un chat no es lo mismo que una carta por escrito
El delegado para la reforma de los Legionarios de Cristo, Velasio De Paolis, ordenó la liberalización del uso de internet entre los miembros de la congregación, cuya correspondencia electrónica hasta ahora podía ser vigilada por superiores.
Mediante un decreto fechado el 19 de mayo pero desconocido hasta ahora, De Paolis estableció una serie de indicaciones sobre qué religiosos de la Legión pueden usar correo electrónico y en qué circunstancias «fundadas» los superiores pueden revisar esa correspondencia.
Reconoció el derecho de las personas a comunicarse libremente pero consideró que las autoridades competentes pueden regular ese derecho, para el bien de las personas y el bien común, siempre que tengan «motivos razonables y proporcionados«.
El texto, que sustituye temporalmente lo establecido en las Constituciones de la congregación, se mantendrá vigente hasta el próximo capítulo general, la asamblea prevista para 2014 y en la cual se votará una nueva redacción de esas normas internas.
Este cambio de reglas forma parte de las reformas a ese instituto religioso impulsadas por el Papa luego de que se comprobó que su fundador, Marcial Maciel Degollado, cometió toda clase de delitos y actos inmorales, como por ejemplo el abuso sexual a menores.
Entre otras cosas El Vaticano reconoció que Maciel, ya fallecido, creó un sistema de poder que cubrió sus fechorías y como parte de su «modus operandi» destacó el control a las cartas y comunicaciones de sus seguidores.
El vocero de los Legionarios en Roma, Andreas Schoggl, reconoció a Notimex que las Constituciones -aún vigentes- permitían la revisión de toda la correspondencia de los seminaristas aunque aseguró que, en muchas ocasiones, la vigilancia no era escrupulosa.
«Cuando fueron escritas las Constituciones no existía internet, no había normas concretas para regular su uso pero sí el de la prensa, ya que en cada comunidad hay un salón de uso común donde se ponen a disposición los periódicos para todos los religiosos», explicó.
Agregó que tampoco existían normas sobre el correo electrónico pero sí para el correo postal, el cual se regía por la norma tradicional de la Iglesia que, desde 1917, establecía que los religiosos podían mandar cartas cerradas sólo a sus superiores y al Vaticano.
«Con esto se entendía como práctica común que la correspondencia de los religiosos podía ser revisada y así se hacía», confirmó.
«Con este decreto se liberaliza el uso de internet y se adaptan los reglamentos a los medios modernos, porque un mail o un chat no es lo mismo que una carta por escrito», añadió.
El documento firmado por De Paolis estableció que la correspondencia de los seminaristas menores de edad puede ser controlada a petición de sus padres mientras la de los mayores de edad puede ser controlada cuando «haya una sospecha» de uso inapropiado de ella.
Indicó que tanto los apostólicos como los novicios, los religiosos más jóvenes, no dispondrán de correo electrónico externo y sus comunicaciones las deberán tener mediante una dirección de correo electrónico común, y los rectores les entregarán sus mensajes.
En las demás etapas de formación, hasta la ordenación sacerdotal, la revisión de la correspondencia y del correo electrónico puede realizarse cuando haya sospechas fundadas de un uso inapropiado de estos medios, insistió.
Por otra parte aclaró que la correspondencia en papel y el correo electrónico de los sacerdotes no está sometida a revisión, a menos que exista motivos graves y fundados.
En cuanto al uso libre de internet el decreto impuso algunos candados como, por ejemplo, el impedir acceso a ese medio a los novicios mientras, en el caso de los religiosos más grandes, concedió la posibilidad de uso mediante ordenadores comunes.
«Los sacerdotes, con permiso del propio superior, pueden tener acceso a internet en el ordenador de uso personal», indicó.
Añadió que «el uso correcto del ordenador por parte de los religiosos y de los sacerdotes, especialmente de las redes sociales, dada su delicadeza e importancia es materia de diálogo y valoración con los superiores».
El escrito emitido por De Paolis precisó que, por motivos legales, la congregación tiene derecho de controlar el uso de sus ordenadores, redes o sistemas y, con este fin, realiza controles aleatorios.
Anticipó que si existe la sospecha fundada de que algún religioso o sacerdote hace mal uso del correo electrónico o de internet, el superior debe hablar con el involucrado.
Advirtió que si se comprueba tal uso inapropiado, el director territorial puede retirarle el permiso de usarlo, e, incluso, en caso de violación de la ley, adoptar las prescripciones civiles y canónicas relacionadas con esta materia.
Al respecto Schoggl consideró que esta nueva normativa constituye un desafío interno ya que en todas las empresas existen políticas normales sobre el uso de internet y bastante más estrictas.
«Mucho depende de la actitud de fondo; si veo a mi superior como un policía que me persigue es una cosa pero si veo a mi superior como mi aliado para mi santidad y perfección personal, es otra», sostuvo.
«Puede ser que alguno tome a mal la revisión de la correspondencia, pero la mayoría ha tomado esta práctica de manera pacífica y seguirá siendo así», ponderó.
(Rd/Notimex)