Los lefebvrianos cuentan con más de 200.000 fieles repartidos por todo el mundo, especialmente en Suiza, Francia, Argentina, EEUU, Alemania, Chile y Colombia
(J. Bastante/Efe).- Una prelatura personal, al estilo del Opus Dei. Ésa es la «solución canónica» que la Santa Sede ofrece a la Fraternidad de San Pío X (lefebvrianos) como «premio» a su retorno a la Iglesia católica, siempre y cuando reconozcan la plena validez del Concilio Vaticano II. Así se expuso en el transcurso de una reunión entre la Congregación para la Doctrina de la Fe y responsables de la fraternidad, que tuvo lugar esta mañana en el Vaticano. Al frente de ambas instituciones, el prefecto William Levada, y el líder de la congregación, Bernard Fellay.
La separación de Roma de los lefebvrianos se dio en 1988, cuando el arzobispo Marcial Lefebvre nombró cuatro obispos sin permiso de Juan Pablo II, que los excomulgó. Benedicto XVI levantó hace dos años dicha excomunión, en un gesto que fue considerado como un paso evidente para acabar con el último cisma en la Iglesia católica, así como el regreso de las misas en latín. El levantamiento de las excomuniones se vio enturbiado, sin embargo, por las declaraciones de uno de los obispos, el británico Richard Williamson, que negó el holocausto judío, poniendo en pie de guerra a la comunidad judía internacional.
Tras el encuentro de esta mañana, la Santa Sede, que no ofreció el contenido específico de las conclusiones de la misma, informó de que se han propuesto a los miembros de la Fraternidad San Pío X «algunos elementos para una solución canónica» para alcanzar «una eventual y deseada reconciliación«, informa Efe.
«La Congregación para la Doctrina de la Fe considera como base fundamental para la obtención de la plena reconciliación con la Sede Apostólica la aceptación del texto del preámbulo doctrinal que se les ha entregado (a los representantes de la fraternidad) durante la reunión de hoy», dice el comunicado de la Santa Sede.
«Tal preámbulo enuncia algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica necesarios para garantizar la fidelidad al magisterio de la Iglesia (..), dejando al mismo tiempo al legítimo debate el estudio y la explicación teológica de puntuales expresiones o formulaciones presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del magisterio posterior», prosigue.
Sí fue más allá el portavoz vaticano, Federico Lombardi, quien reconoció que la «solución canónica» de la que habla el comunicado podría ser una Prelatura personal internacional, lo que de momento es una «posibilidad que se podría concretar solo bajo determinadas condiciones».
La negativa a reconocer el Concilio Vaticano II y la defensa a ultranza del rito preconciliar fueron las razones que llevaron al cisma a Marcel Lefebvre (1905-1991), que calificó de «destructivas» las reformas surgidas de ese concilio.
Los lefebvrianos cuentan con cuatro obispos y cerca de medio millar de sacerdotes y más de 200.000 fieles repartidos por todo el mundo, especialmente en Suiza, Francia, Argentina, EEUU, Alemania, Chile y Colombia.
Éste es el comunicado oficial de la Santa Sede:
«El 14 de septiembre 2011, en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha tenido lugar un encuentro entre el cardenal William Joseph Levada, Prefecto de esa congregación y Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, el arzobispo Luis Ladaria, S.J., secretario de la misma congregación y monseñor Guido Pozzo, secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei con el obispo Bernard Fellay, Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, y los reverendos Niklaus Pfluger y Alain-Marc Nely, respectivamente primer y segundo Asistente general de la Fraternidad. A raíz de la súplica dirigida por el Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X a Su Santidad Benedicto XVI el 15 de diciembre de 2008, el Santo Padre decidió levantar la excomunión a los cuatro obispos consagrados por el arzobispo Lefebvre, y al mismo tiempo, abrir una serie de coloquios doctrinales con dicha Fraternidad con el fin de aclarar los problemas de orden doctrinal y superar la fractura existente. En cumplimiento de las disposiciones del Santo Padre, una comisión mixta de estudios formada por expertos de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X y por expertos de la Congregación para la Doctrina de la Fe se reunió en ocho sesiones que se celebraron en Roma entre octubre de 2009 y abril de 2011. Estas conversaciones, cuyo objetivo era exponer y analizar las dificultades doctrinales esenciales sobre temas controvertidos, consiguieron aclarar las respectivas posturas y sus motivos. Incluso teniendo en cuenta las preocupaciones e instancias planteadas por la Fraternidad Sacerdotal San Pío X con respecto a la custodia de la integridad de la fe católica frente a la hermenéutica de ruptura del Concilio Vaticano II con la Tradición, mencionada en el discurso de Benedicto XVI a la Curia Romana el 22 de diciembre de 2005, la Congregación para la Doctrina de la Fe considera que la base fundamental para lograr la reconciliación plena con la Sede Apostólica es la aceptación del texto del Preámbulo doctrinal entregado en la sesión del 14 de septiembre de 2011. Dicho preámbulo establece algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica, necesarios para garantizar la fidelidad al Magisterio de la Iglesia y el «sentire cum Ecclesia», dejando abierto, al mismo tiempo, a una discusión legítima, el estudio y la explicación teológica de expresiones o formulaciones particulares presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo. Durante la misma sesión, se han propuesto algunos elementos de cara a una solución canónica para la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, que serían sucesivos a la eventual y esperada conciliación».