"¿Se van a destruir todas las cruces que hay en las iglesias de España, porque su presencia pública pueda ofender a alguien?"
(José Manuel Vidal)- Unos se olvidaron y otros se cansaron de ser cristianos. Sobre todo, en el mundo occidental. El encargado de recordárselo y de volver a recristianizarlos es monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. La tarea no es fácil, pero, al menos el prelado curial tiene claro el método: «La nueva evangelización debe hacerse con dulzura, respeto y recta conciencia». Aunque no es partidario de los «grandes eventos», dice que la Igledia española debe «sentirse orgullosa de la respuesta de los jóvenes en la JMJ» e invita a los católicos a hacerse presentes en «la política», que «hace la ley y la ley crea la cultura».
¿Cuál es el estilo de la nueva evangelización?
La nueva evangelización debe hacerse con dulzura, respeto y recta conciencia. La dulzura es sinónimo de mansedumbre. Es decir, no se puede recurrir a la arrogancia ni al orgullo ni al sentido de superioridad respecto a otras doctrinas. El respeto tiene que ver con la capacidad de ponerse en el lugar del interlocutor. El respeto significa también sentido de responsabilidad ante Dios, porque nadie puede atenuar la radicalidad del Evangelio ni limitar instrumentalmente sus contenidos.
¿Y la recta conciencia?
Se trata de ofrecer una conducta vital irreprochable y creíble.
Sorprende, por lo poco habitual, la referencia a la dulzura como instrumento de la nueva evangelización.
La dulzura es una nota esencial de la nueva evangelización. Significa acercarse al otro con buenas maneras, sin cogerlo del cuello, sin pretensión de imponerle nada. Con respeto a la diferencia de formas de pensar y de vivir.
Proponer sin imponer que dice Benedicto XVI.
Claro, claro. La dulzura significa que la nueva evangelización no es otra cosa que una propuesta de vida que proporciona alegría y felicidad.
¿Una nueva apologética?
La nueva evangelización tiene que ejercerse en clave apologética. Pero una apologética positiva. Estamos obligados a no repetir errores del pasado en el ámbito apologético. Y eso nos obliga a presentar el acontecimiento cristiano como anuncio de una novedad esperada y ya encarnada en hombres y mujeres tocados por Dios.
¿Cuál es el espacio de los laicos en la nueva evangelización?
La comunidad cristiana es el centro de la nueva evangelización. Una comunidad que tiene en cuenta y valora los carismas de todos sus miembros. Es decir, la parroquia como el hogar o la síntesis de todas las fuerzas de la Iglesia. Cada bautizado tiene que ser evangelizador, porque la nueva evangelización no es para una clase especial de creyentes. Estamos todos llamados a la misión.
¿Cuál es el lugar de los símbolos religiosos en la vida pública según la perspectiva de la nueva evangelización?
Estado laico no significa Estado neutral, según la doctrina de la Corte suprema de Bruselas. La laicidad, según la tesis de este alto tribunal, es una ideología con la misma dignidad que las otras religiones o ideologías. El Estado laico tiene que respetar la fe de la mayoría de los ciudadanos. Es decir, no puede ser neutral ante la fe de la mayoría. Laicidad y religión no se contraponen, sino que se sitúan en la dinámica del respeto. Y, por lo tanto, respeto también a los signos de la fe de un pueblo. Por ejemplo, ¿se van a destruir todas las cruces que hay en las iglesias de España, porque su presencia pública pueda ofender a alguien? El respeto debe ser respeto también a la fe cristiana y a sus símbolos.
¿Y el papel de la familia?
La nueva evangelización tiene que apostar por la familia, lugar central de la transmisión de la fe.
¿Y los medios de comunicación?
Hay que reevangelizar también la nueva comunicación, que no es sólo un instrumento, sino una cultura y un lenguaje diferente. Tenemos que conseguir una nueva evangelización dentro de la nueva cultura mediática actual.
¿Y la política?
Es otro lugar importante para la nueva evangelización. Lo sé por experiencia propia. Durante 15 años fui el párroco de Montecitorio, es decir el capellán del parlamento italiano. Todos los días celebraba misa, hablaba con los diputados y realizaba allí mis funciones sacerdotales. Y eso se puede hacer, siempre que respetemos la idiosincrasia de cada país. En Francia, es impensable algo así. En Italia, se puede hacer: De hecho, en el Parlamento italiano hay una iglesia del siglo VIII. Tenemos que estar presentes en el mundo de la política, porque la política hace la ley y la ley crea la cultura. De ahí que sea muy importante la formación política de los creyentes, asi como su implicación política.
¿La nueva evangelización es igual en todas partes?
No, no se puede hacer nueva evangelización de la misma forma en Europa o en Latinoamérica. Las situaciones son muy diferentes. Por ejemplo, en Italia tenemos pocos protestantes. En cambio, en Alemania no se puede hacer nueva evangelización sin una dimensión ecuménica y sin colaboración con los evangélicos. Porque el anuncio de Jesucristo nos compete a todos los cristianos La crisis de fe no es exclusiva del mundo católico.
¿La ‘Jornada por la paz’ de Asís se ha convertido ya en un signo de los tiempos de esta nueva evangelización?
El último encuentro de Asís es un recuerdo de los 25 años del primero. E primer encuentro como tal fue un signo de los tiempos. En medio de aquella situación de guerra, se levantó la voz de Juan Pablo II y de todos los demás líderes religiosos del mundo, para comprometerse por la paz. Ése fue el signo de los tiempos. En el encuentro del día 27 de octubre, recordamos el espíritu de Asís y nos comprometimos a mantenerlo vivo y operante. No podemos olvidar que también hoy sigue habiendo conflictos y guerras. En Asís recordamos que la paz es el primer objetivo de las religiones.
Un encuentro, quizás por todo eso, mediáticamente planetario, cuyas fotos y mensajes dieron la vuelta al mundo.
Sí, sin duda fue algo muy bello y con mucho eco mediático. Pero tenemos que hacer algo más. Asís no puede ser sólo flor mediática de un día. Porque Asís es el compromiso de la Iglesia católica y también de todas las demás religiones para poner en marcha una etapa de compromiso por la paz. Y éste es un compromiso continuo y duradero.
¿Algo parecido podría decirse, mutatis mutandis, de la JMJ de Madrid, en la que usted también participó? ¿La nueva evangelización también pasa por estos macro eventos?
¿Por qué no?. Aunque creo que estos eventos multitudinarios no son lo prioritario en la nueva evangelización. Ésta empieza con un encuentro interpersonal: dos personas que se encuentran y se miran a los ojos. Una de ellas, la anunciadora del evangelio, si es creíble, puede hacer que la otra persona lo vea, lo descubra. Dicho esto, también tengo que añadir que la nueva evangelización tiene que utilizar todos los instrumentos de la cultura actual. Entre ellos, los grandes acontecimientos. Eso sí, sin olvidar que la transmisión de la fe es, desde siempre, desde el inicio del cristianismo, un encuentro interpersonal.
¿Sabe que la banda terrorista ETA acaba de anunciar en España que abandona las armas? ¿Le alegra ese anuncio?
Cuando termina la violencia en un país, siempre es una etapa muy importante. Una etapa nueva, en la que creo se debería mirar a otras etapas y tener en cuenta otros elementos importantes. Por ejemplo, el respeto a las tradiciones que no pueden ser uniformadas. Y, en estos momentos, predomina la tendencia a uniformar en un contexto de globalización que no respeta las diferencias. Entre ellas, las diferentes tradiciones culturales y religiosas.
Es un orgullo para Cataluña y para España que el icono de su pontificio consejo sea la sagrada familia. Otros, sin embargo, lo interpretan como una especial preocupación del Papa por nuestro país. ¿Está real y especialmente preocupado el Papa por la situación del cristianismo en España?
No. No creo que la situación del cristianismo en España sea diferente a la de cualquier otro país europeo. Al contrario, pienso que España está cristianamente muy viva, con una pastoral activa y con capacidad de evangelizar en la vida cotidiana. España tiene una capacidad de nueva evangelización muy importante. La repuesta de los jóvenes españoles a la JMJ es un signo de vitalidad, de energía y de entusiasmo que anima y debe llenar de orgullo a la Iglesia española.
¿La nueva evangelización apuesta por el cambio de estructuras en la Iglesia católica?
La paciencia es una nota característica de la fe. Lo principal es esperar la venida del Señor. Mire, Juan y Pedro corren hacia el sepulcro vacío. Juan es el signo del amor. Pedro, el de la institución. Juan, el amor, llega al sepulcro antes que Pedro, la institución siempre más lenta. Pero el amor es respetuoso y Juan no entra en el sepulcro. Y espera a Pedro, que es más lento. Como decía Urs Von Balthasar, del que me siento discípulo, tenemos que ejercer la kénosis del Espíritu Santo, es decir respetar los ritmos del Espíritu y de la institución. Desde esta dinámica, esperemos que la nueva evangelización informe también a la estructura de la Iglesia.
Algunos titulares
«No se puede recurrir a la arrogancia ni al orgullo ni al sentido de superioridad respecto a otras doctrinas»
«Nadie puede atenuar la radicalidad del Evangelio ni limitar instrumentalmente sus contenidos»
«La dulzura significa que la nueva evangelización no es otra cosa que una propuesta de vida que proporciona alegría y felicidad»
«Estamos obligados a no repetir errores del pasado en el ámbito apologético»
«La parroquia como el hogar o la síntesis de todas las fuerzas de la Iglesia»
«El Estado laico tiene que respetar la fe de la mayoría de los ciudadanos. Es decir, no puede ser neutral ante la fe de la mayoría»
«¿Se van a destruir todas las cruces que hay en las iglesias de España, porque su presencia pública pueda ofender a alguien?»
«Tenemos que conseguir una nueva evangelización dentro de la nueva cultura mediática actual»
«Tenemos que estar presentes en el mundo de la política, porque la política hace la ley y la ley crea la cultura»
«En Asís recordamos que la paz es el primer objetivo de las religiones»
«Los eventos multitudinarios no son lo prioritario en la nueva evangelización»
«Cuando termina la violencia en un país, siempre es una etapa muy importante»
«La repuesta de los jóvenes españoles a la JMJ es un signo de vitalidad, de energía y de entusiasmo que anima y debe llenar de orgullo a la Iglesia española»
«Esperemos que la nueva evangelización informe también a la estructura de la Iglesia»