Lombardi: "El Holocausto obliga a los creyentes a hacerse la pregunta más radical sobre Dios y sobre el mal"
En el Día de la memoria, nuestro Director General, el P. Federico Lombardi recuerda en su editorial semanal Octava Dies del Centro Televisivo Vaticano que también los cristianos seguimos recordándola, en solidaridad con el pueblo de Israel y con todas las víctimas del absurdo odio homicida, independientemente del pueblo y la lengua a la que hayan pertenecido o pertenezcan.
¡Atención! Sesenta y siete años no son pocos. La generación de los testigos en primera persona, de quien ha vivido los tiempos y los horrores del Holocausto está disminuyendo rápidamente. Es necesario compartir las preocupaciones de quien comienza a temer el riesgo del olvido, peor aún el de la negación, alimentado no sólo por la ignorancia, sino -y es terrible-, a veces también por el odio por motivos políticos, étnicos o religiosos.
En cambio la Memoria del Holocausto es un punto de comparación crucial en la historia de la humanidad, para comprender lo que está en juego cuando se habla de la dignidad irrenunciable de toda persona humana, de la universalidad de los derechos humanos y del empeño por su defensa.
Para los creyentes es también un «lugar teológico» inevitable. Es el lugar de la pregunta más radical sobre Dios y sobre el mal. Es el lugar de la seriedad última de nuestro estar frente a Dios, de las preguntas que le dirigimos desde lo profundo, del silencio frente al misterio. Para el cristiano, lugar de la mirada a la Cruz en la esperanza de que la angustia dé lugar a la vida.
El Papa polaco y el Papa alemán, en Auschwitz y en el Yad Vashem, han hecho Memoria. También nosotros seguiremos haciéndola en este día, en solidaridad ante todo con el pueblo de Israel y con todas las víctimas del absurdo odio homicida, negador de su dignidad, independientemente del pueblo y la lengua a la que hayan pertenecido o pertenezcan.
El 1º de noviembre de 2005, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció, en su 42ª sesión plenaria y con el consenso de todos sus miembros, que el 27 de enero de cada año se recuerde el «Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto», mediante la resolución 60/7 (ver al pie).
La fecha coincide con la llegada, en 1945, del Ejército Rojo soviético al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, poco después de que éste fuera abandonado por los nazis.
La citada norma está integrada por 6 artículos y también reconoce el exterminio de un tercio del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial, rechaza la negación de la Shoá, insta a sus Estados miembros a que elaboren programas educativos alusivos y preserven los lugares históricos donde funcionaran campos de trabajo y exterminio, y condena toda manifestación de intolerancia y discriminación por motivos religiosos y étnicos.
Por ello, este viernes se realizan eventos alusivos en todo el mundo, incluida la ONU, que realizará una ceremonia en el vestíbulo de la Asamblea General, en su sede en Nueva York, que cerrará diez días de actividades, que incluyen conciertos, conferencias, exposiciones, una publicación y un documental.
Este año, el organismo eligió como lema «Los niños y el Holocausto» y recordará al millón y medio de chicos judíos, así como a los miles de romaníes y sintis (errónea y popularmente llamados «gitanos»), pequeños con discapacidad y otras víctimas de los nazis y sus colaboradores.
La ONU recuerda que «hubo menores que lograron sobrevivir, escondiéndose o huyendo a lugares seguros, pero muchos padecieron experimentos médicos o fueron enviados a las cámaras de gas a su llegada a los campos de exterminio».
«Se ha querido destacar el impacto de la violencia masiva contra los niños porque este tema tiene importantes implicaciones en el siglo XXI», agrega la entidad multinacional.
El pueblo judío conmemora la Shoá desde que la misma se detuvo, tras protestar casi infructuosamente mientras ella se llevaba a cabo. A diferencia de la concepción de la ONU, se prefirió recordar el heroísmo de quienes resistieron a los nazis, fundamentalmente con el Levantamiento del Gueto de Varsovia, pero como éste comenzó en Pésaj, para que no coincidieran ambas efemérides se decidió postergar esta conmemoración un par de semanas, al 27 de nisan, según el calendario hebreo (en general, en la segunda quincena de abril).
En 1959, la Knesset (Parlamento israelí) estableció esta fecha como el «Día de Recordación de la Shoá y del Heroísmo», a fin de dedicarlo «cada año a la comunión del recuerdo del desastre que causaron al pueblo judío los nazis y sus ayudantes con el recuerdo de los actos de heroísmo y rebelión de aquellos días».
En la Argentina, la DAIA asumió la responsabilidad de organizar un acto central comunitario en esa fecha o días cercanos, mientras que otras instituciones del país, como el Museo del Holocausto, también lo conmemoran, e incluso existe otro evento dedicado a las víctimas de las comunidades sefaradíes, que se realiza en agosto, en el Centro Comunitario Chalom.
Resolución de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas
Naciones Unidas A/RES/60/7
Asamblea General
Distr. general
21 de noviembre de 2005
Sexagésimo período de sesiones
Tema 72 del programa
Resolución aprobada por la Asamblea General
60/7. Recordación del Holocausto
La Asamblea General,
Reafirmando la Declaración Universal de Derechos Humanos (1), en que proclama que toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados en ella, sin hacer distinción alguna por motivos de raza, religión o de ninguna otra índole.
Recordando el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el que se afirma que todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Recordando también el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (2), en los que se proclama que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.
Teniendo presente que el principio en que se funda la Carta de las Naciones Unidas «de preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra» atestigua el vínculo indisoluble que existe entre la Organización y la tragedia sin parangón de la segunda guerra mundial.
Recordando la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (3), que se aprobó para evitar que volvieran a repetirse genocidios como los cometidos por el régimen nazi.
Recordando también el preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el que se afirma que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad.
Tomando nota de que en su sexagésimo período de sesiones se celebra el año en que se cumple el sexagésimo aniversario de la derrota del régimen nazi.
Recordando su vigésimo octavo período extraordinario de sesiones, un acontecimiento sin igual, que se celebró en conmemoración del sexagésimo aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis,
Rindiendo homenaje al valor y a la entrega demostrados por los soldados que liberaron los campos de concentración.
Reafirmando que el Holocausto, que tuvo como resultado que un tercio del pueblo judío e innumerables miembros de otras minorías murieran asesinados, será siempre una advertencia para todo el mundo de los peligros del odio, el fanatismo, el racismo y los prejuicios,
1. Decide que las Naciones Unidas designen el 27 de enero Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto;
2. Insta a los Estados Miembros a que elaboren programas educativos que inculquen a las generaciones futuras las enseñanzas del Holocausto con el fin de ayudar a prevenir actos de genocidio en el futuro y, en ese contexto, encomia al Grupo de Trabajo para la cooperación internacional en la enseñanza, recordación e investigación del Holocausto;
3. Rechaza toda negación, ya sea parcial o total, del Holocausto como hecho histórico;
4. Encomia a los Estados que han participado activamente en la preservación de los lugares que sirvieron de campos de exterminio, campos de concentración, campos de trabajo forzoso y cárceles nazis durante el Holocausto;
5. Condena sin reservas todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas, dondequiera que tengan lugar;
6. Pide al Secretario General que establezca un programa de divulgación titulado «El Holocausto y las Naciones Unidas» y que adopte medidas para movilizar a la sociedad civil en pro de la recordación del Holocausto y la educación al respecto, con el fin de ayudar a prevenir actos de genocidio en el futuro; que le informe sobre el establecimiento del programa en un plazo de seis meses a contar desde la fecha de aprobación de la presente resolución; y que le informe, en su sexagésimo tercer período de sesiones, sobre la ejecución del programa.
(1) Resolución 217 A (III).
(2) Véase resolución 2200 A (XXI), anexo.
(3) Resolución 260 A (III), anexo.
42ª sesión plenaria
1° de noviembre de 2005
(RV/Agencias)