El funeral está siendo presidido por el cardenal Scola y cuenta con la presencia de Mario Monti
Miles de fieles se congregaban, desde primera hora de la mañana, junto al Duomo de Milán, en mitad de la lluvia, esperando al comienzo del funeral por Carlo Maria Martini. Muchos no han podido entrar, por lo que se han habilitado pantallas gigantes. Las exequias se abrieron con las palabras de Benedicto XVI, leídas por el cardenal Angelo Comastri, en las que el Papa destacó que Martini fue «un hombre abierto al diálogo».
La catedral se había cerrado a las once y media para llevar a cabo los trabajo previos al funeral, que está siendo presidido por el cardenal de Milán, Angelo Scola, y que cuenta con la presencia, entre otras autoridades, del primer ministro italiano, Mario Monti.
En su mensaje, Benedicto XVI indica que Martini «fue un hombre abierto al diálogo» y animado por un «espíritu de Caridad pastoral profunda«. El sepelio está siendo seguido en un absoluto silencio, con la solemnidad que sólo tienen las exequias de un Papa.
«El Señor, que guió al Cardenal Carlo Maria Martini en toda su existencia, acoja a este incansable siervo del Evangelio y de la Iglesia en la Jerusalén del Cielo«, concluyó el texto de Ratzinger. Tras el funeral, el cuerpo de Martini será enterrado en la catedral de Milán.