Benedicto XVI explicó como rezar siguiendo el libro del Apocalipsis
(RV).- Reanudando las audiencias generales en el Vaticano, Benedicto XVI prosiguió su «escuela de oración», «que estamos viviendo juntos» en su catequesis, dedicada hoy al Libro del Apocalipsis. El último libro del Nuevo Testamento, que aún siendo difícil – dijo el Papa- , contiene una gran riqueza, pues nos pone en contacto con la oración viva y palpitante de la asamblea cristiana, reunida en el ‘día del Señor’, telón de fondo en el que se desarrolla todo el texto.
El Santo Padre reflexionó sobre las tres partes que componen el libro conocido también como de la Revelación de Juan. Sinfonía de oración, que se hace diálogo de amor, de bendición y de salvación para toda la humanidad. Benedicto XVI hizo hincapié en la importancia del silencio interior y exterior para escuchar a Dios que nos habla y percibir y testimoniar la presencia de Jesucristo en nuestra vida y en la historia, llevando en su mano también a la Iglesia y que nos sostiene en particular en los momentos difíciles .
A la audiencia asistieron numerosos fieles procedentes de España, Argentina, Venezuela, Colombia, México y otros países latinoamericanos, que le acogieron con vivas y cánticos cuando se dirigió a ellos en español.
Tras la audiencia, Benedicto XVI regresó a Castel Gandolfo, a unos 30 kilómetros al sur de Roma.
El Obispo de Roma tiene previsto visitar Líbano del 14 al 16 de septiembre, en su primer viaje a ese país durante el que entregará la exhortación postsinodal (documento final) del Sínodo de Obispos para Oriente Medio celebrado en octubre de 2010 en el Vaticano.
Saludo del Papa en español
Queridos hermanos y hermanas:
Deseo hoy tratar la oración en el libro del Apocalipsis, que nos pone en contacto con la plegaria viva y palpitante de la asamblea cristiana, reunida «en el día del Señor» (Ap 1, 10). Un lector presenta a dicha asamblea un mensaje confiado por Dios al Evangelista Juan. Del diálogo constante entre ellos, resuena una sinfonía de oración que se extiende con gran variedad de formas hasta la conclusión. La primera parte del Apocalipsis (1,4-3,22) nos presenta en tres fases sucesivas la actitud de la asamblea que ora: la primera pone en evidencia que la oración debe ser ante todo alabanza a Dios por su amor, por el don de Jesucristo, que da fuerza, esperanza y salvación. La segunda fase asevera que la oración profundiza la relación con Jesucristo, asumiendo gradualmente una actitud contemplativa. Y la tercera fase señala que la Iglesia en oración, acogiendo la palabra del Señor, se transforma y recibe aliento para el arrepentimiento, la conversión, la perseverancia, el crecimiento en el amor y la orientación para el camino.Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los fieles de la diócesis de Santander, acompañados por su Obispo, así como a los demás grupos provenientes de España, Argentina, Venezuela, Colombia, México y otros países latinoamericanos. Invito a todos a descubrir la presencia de Cristo en nuestra vida. Mientras más oremos, con constancia e intensidad, mejor nos asimilaremos a Jesús, y Él entrará en nuestra existencia y la guiará, colmándonos de alegría y paz. Muchas gracias.