¿Qué crimen he cometido para incurrir en esta sentencia tan grave? Nada. Silencio. ¿Qué he hecho? ¿De qué soy acusado?
(Foro de Curas de Bizkaia).- Después del castigo, la broma de mal gusto. El p. Roy Bourgeois, el cura pacifista castigado por el Vaticano por su apoyo al sacerdocio femenino (en 2008 concelebró en la ordenación sacerdotal de una mujer) con la excomunión, la expulsión de la congregación misionera de Maryknoll y la reducción al estado laical, ha recibido, por fin, el documento oficial de Roma que certifica su nueva situación. Pero con un retraso de tres meses, en latín y sin mención alguna a las acusaciones vertidas contra él.
Es un texto firmado por el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. Gerhard Müller y por el secretario Mons. Luis Ladaria Ferrer. En la notificación se afirma que la decisión del Papa es «suprema, inapelable, y no da derecho a recurso de ningún tipo«. Bourgeois tiene que devolver la carta firmada «como prueba de haberla recibido y, al mismo tiempo, de aceptación de la dimisión y dispensa», cosa que el religioso no tiene la más mínima intención de hacer.
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