Ha existido y existe un rechazo hacia su realidad social y personal por una parte de la jerarquía de la iglesia católica
(Crismhom).- A todos los hombres y mujeres de buena voluntad del mundo. El pasado 11 de febrero el mundo amaneció con la noticia de la renuncia del Papa Benedicto XVI.
Desde Crismhom, como comunidad cristiana LGTB y de mayoría católica, queremos hacer un llamamiento general a todos los cristianos y personas de buena fe del mundo. Nos gustaría contar con su oración y la ayuda del Espíritu Santo, para que el colegio cardenalicio apueste por un modelo de renovación carismática en la sede Petrina.
Esta renovación debería apostar por la dignidad del hombre y la perfecta integración de fe, afectividad y sexualidad como partes integrantes, fundentes e indisolubles del Ser humano en general, y en particular del colectivo homosexual, lésbico, transexual y bisexual.
El colectivo LGTB en general, y en particular el colectivo LGTB cristiano, ha venido sufriendo durante siglos una profunda incomprensión de su realidad. Ha existido y existe un rechazo hacia su realidad social y personal por una parte de la jerarquía de la iglesia católica, así como de otras iglesias cristianas.
Todo esto origina rechazo, problemas de aceptación y sufrimiento por parte de este colectivo en todo el mundo. Nosotros creemos y vivimos en un Dios del Amor, que nos ha hecho a su imagen y semejanza. Un Dios que respeta la dignidad de nuestro Ser, integrador de Fe, afectividad y sexualidad, que nos invita al amor profundo entre las personas y también a la comunión del amor profundo entre personas del mismo sexo.
Cuando un amor profundo y cristiano une dos personas, es el Señor quien lo hace.