Nosotros nos quedaremos en el valle, donde está Amalec, donde hay polvo, donde hay miedo, terror e incluso íncubos, pero también la esperanza
Benedicto XVI «intercederá por el pueblo de Dios, como Moisés«, afirmó el cardenal Gianfranco Ravasi en su primera meditación de los ejercicios espirituales a los que asiste el Papa, que -agregó- suponen «liberarse de los cotilleos que escuchamos ininterrumpidamente en estos días».
Ravasi, de 70 años, informó hoy el Vaticano, pronunció en la tarde de ayer, poco después de que Benedicto XVI comenzará con la Curia Romana esta semana de ejercicios espirituales, la primera meditación, en la que recurrió a una imagen bíblica -él es un reconocido biblista- para referirse al futuro del Papa y su presencia en la Iglesia.
El pasado día 11, cuando anunció su renuncia como pontífice, Benedicto XVI dijo que en el futuro quiere servir a la Iglesia «con una vida dedicada a la plegaria».
Según Ravasi, la presencia del papa Ratzinger, que dejará de serlo el 28 de febrero próximo, será «una presencia contemplativa, como la de Moisés, que sube al monte para rezar por el pueblo de Israel, que en el valle combate a Amalec».
«Esta imagen representa la función principal, suya, para la Iglesia, es decir la de interceder», dijo Ravasi en alusión al Papa.
«Nosotros nos quedaremos en el valle, donde está Amalec, donde hay polvo, donde hay miedo, terror e incluso íncubos, pero también la esperanza, porque usted ha permanecido ocho años con nosotros y de ahora en adelante sabremos que en el monte está su intercesión por nosotros», afirmó.
El cardenal exhortó al Papa y a los cardenales y miembros de la Curia que le acompañan en estos ejercicios espirituales a sumergirse en ellos en silencio y liberarse «de los muchos ruidos de la vida diaria».
«Pienso que estos ejercicios espirituales son, en gran medida, como liberar el alma del mantillo que cubre las cosas, del fango del pecado, de la arena de la banalidad, del lastre de los cotilleos que, especialmente en estos días, ocupan ininterrumpidamente nuestros oídos».
Ravasi se refirió también al silencio y dijo que la plegaria muchas veces es como «el «cruce silencioso de los ojos entre dos enamorados«.
«Sabéis bien que en la fe, como en el amor, los silencios son mucho más elocuentes que las palabras. Dos enamorados de verdad cuando ya han agotado todo el arsenal de las cosas comunes del amor, si están verdaderamente enamorados, se miran a los ojos y callan»,añadió.
Los ejercicios espirituales, que se prolongarán hasta el sábado 23, se desarrollan en la capilla «Redemptoris Mater», del Vaticano y las meditaciones corren a cargo de Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Familia.
Ravasi es el promotor del «Patio de los Gentiles» para impulsar el diálogo con los no creyentes y está considerado un «papable», es decir, con posibilidades de ser elegido sucesor de Benedicto XVI.
El tema de estos ejercicios es «Ars orandi, ars credenti. El rostro de Dios y el rostro del hombre en la plegaria de los salmos» y según ha dicho Ravasi sus meditaciones están inspiradas en el Salterio, libro del Antiguo Testamento, que contiene las alabanzas a Dios.
El salterio consta de 150 salmos, de los cuales el mayor número fue compuesto por David.
Las meditaciones preparadas para la semana son 17, tres por día.
Esta es la segunda vez que Ravasi es llamado por el papa Ratzinger para que prepare unas meditaciones.
Cuando era sacerdote encargado de la Biblioteca Ambrosiana de Milán (Italia) le pidió que escribiera las meditaciones del Vía Crucis del Viernes Santo de 2007, en las que denunció el abandono y el aislamiento en que viven muchos ancianos y enfermos, así como el maltrato a las mujeres.
Estos dos encargos papales, que asocian a Ravasi con Ratzinger, han propiciado que observadores vaticanos consideren que es «un punto» más que gana el cardenal a la vista de los otros purpurados a la hora de elegir Pontífice el próximo mes de marzo.
Aunque no se puede comparar, esos mismos observadores señalan que Juan Pablo II encargó las meditaciones de su último Vía Crucis, en 2005, al por entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI.
También recuerdan en 1976, Pablo VI llamó al por entonces cardenal Karol Wojtyla para que predicara en los ejercicios espirituales de ese año. Dos años después, Wotjyla fue elegido papa (Juan Pablo II), tras la muerte de Juan Pablo I.
Durante esta semana todas las actividades del Papa, como es normal en esta época de Cuaresma de ejercicios espirituales, han sido canceladas.
No obstante, el Papa se reunirá brevemente todos los días con su secretario particular y Prefecto de la Casa Pontificia, Georg Ganswein, para despachar los asuntos más urgente.
El sábado 23, tras concluir los ejercicios, Benedicto XVI recibirá en audiencia privada de despedida al presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano.
(Rd/Agencias)