La exposición es obra de los artistas Antonio Garullo y Mario Ottocento.
Dos artistas críticos con la Iglesia han aprovechado el próximo cónclave en el Vaticano para organizar una muestra sobre la riqueza de la Iglesia católica y los escándalos de abusos sexuales que plagaron el pontificado de Benedicto XVI.
Expuesta en un antiguo edificio en el que murió la patrona de Italia, Santa Catalina de Siena, representa en tamaño real a Benedicto XVI en un confesionario y ataviado con sus suntuosas vestimentas rojas y color crema.
Instalada en el escenario de un teatro poco iluminado, la obra está rodeada de música escalofriante y un extracto del discurso en el que el pontífice anunciaba en latín su decisión de renunciar tras ocho años en el cargo, simultaneada con los susurros de personas confesando sus pecados.
La tiara papal está en el suelo y su manos enjoyadas le cubren el rostro con aparente gesto de dolor o vergüenza ante una frase del Evangelio de San Lucas que aparece abierta sobre sus rodillas: «Dejad que los niños se acerquen a mí».
La exposición es obra de los artistas Antonio Garullo y Mario Ottocento, que se hicieron famosos por satirizar los escándalos de los poderosos en 2012 con una exhibición en la que retrataba al primer ministro Silvio Berlusconi durmiendo, con la mano sobre los pantalones y una apariencia de satisfacción en su rostro.
«Ha habido demasiados escándalos ocultos en la Iglesia. Incluso niños abusados en el confesionario», dijo Garullo el martes en una previa de la muestra.
«Estas joyas y ricas vestimentas contrastan con Cristo, que iba con harapos. El Vaticano tiene incluso un banco, algo que es hipócrita».
Un papel doblado en la tiara papal representa el escándalo ‘Vatileaks’, cuando un mayordomo personal de Benedicto XVI filtró documentos sobre supuesta corrupción en los acuerdos empresariales de la Iglesia.
La obra, que se inaugura el miércoles, tiene importancia especial para Garullo, de 48 años, y Ottocento, de 40, pareja artística que hace 20 años se convirtieron en los primeros homosexuales casados al contraer matrimonio en Holanda en 2002.(RD/Agencias)