Es noche cerrada en San Pedro, y pese a la lluvia, miles de fieles se han congregado en la plaza, superando todas las previsiones
(Jesús Bastante, enviado especial al Vaticano).- No habrá «Papa exprés». La primera fumata del Cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI ha salido negra. A las 19,42 horas. Los 115 cardenales se han retirado a la Casa Santa Marta después de la primera votación, en la que ningún candidato ha obtenido los 77 votos necesarios. Mañana, nuevos escrutinios.
Es noche cerrada en San Pedro, y pese a la lluvia, muchos fieles, miles, se han congregado en la plaza, superando todas las previsiones, para asistir a la primera fumata del que se prevé como el Cónclave más complicado de los últimos tiempos, toda vez que no se presenta un candidato claro por encima del resto, como sí sucediera en la votación de 2005, con las figuras de Ratzinger y Bergoglio, toda vez que el ya fallecido Martini se autoexcluyó.
La cámara instalada a apenas 10 metros de la pequeña chimenea de la Sixtina ha captado el humo negro. Todo ello, ante la mirada de miles de curiosos, y frente a una baslíica de San Pedro magníficamente iluminada. El centro de la Cristiandad, el núcleo de todas las miradas. Y, justo a la derecha de la fachada, una minúscula chimenea, en lo alto de un tejado de tejas rojas, apuntalada con varios cables para que el viento no pudiera con ella, asomando el soplo oscuro de la no elección papal. por el momento.
Así las cosas, los cardenales han rezado vísperas a las siete y cuarto de la tarde y, posteriormente se han dirigido a la Domus Sanctae Martae, donde a las ocho cenarán. Posteriormente, cada uno dormirá en su habitación. Aunque están prohibidas las conversaciones, no es de extrañar que se formen más de un corrillo para analizar los resultados de la primera votación, que nunca sabremos… Hasta que se sepan.
Mañana miércoles, los cardenales desayunarán entre las 6,30 y las 7,30, para celebrar a las 8,15 horas la misa en la capilla Paulina. A las nueve y media se producirá la segunda votación y, si no hay elegido, una tercera a las doce, doce y media, momento en el cual veremos la segunda fumata del Cónclave. Si a las nueve y media hay elegido, habrá fumata blanca y tañido de campanas.
Entretanto, la noche romana se llena d oraciones y cierta decepción. No todos podrán venir todos los días, a todas las horas, para comprobar in situ el color del humo que sale de la pequeña chimenea que ha conseguido, una vez más, frenar el curso de la Historia.