Criticar a los otros, atacarles, son tentaciones del diablo que no quiere que el Espíritu Santo venga a nosotros y logre la paz, la docilidad en las comunidades cristianas
El Papa Francisco y el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, han tratado, entre otros asuntos, los problemas en Siria, Corea del Norte, y África, durante una audiencia privada en el Vaticano, según ha informado la Oficina de prensa de la Santa Sede.
Así, en un comunicado el Vaticano indica que «en las cordiales conversaciones entre ambos mandatarios se han detenido en temas de interés recíproco, en particular en las situaciones de conflicto y de grave emergencia humanitaria, sobretodo en Siria y, otros como la península coreana y en el continente africano donde la paz y la estabilidad están amenazadas«.
Asimismo, han tratado «otras problemáticas de índole internacional como el tráfico de personas, y en particular sobre el tráfico de mujeres y los refugiados e inmigrantes«.
Este encuentro forma parte de la tradición de las audiencias concedidas de varios pontífices a varios secretarios generales de las Naciones Unidas a lo largo del tiempo. En particular, según el comunicado, el Pontífice ha querido expresar el aprecio que la Santa Sede tiene por el papel central de la organización en la búsqueda y mantenimiento de la paz en el mundo, la promoción del bien común de la humanidad y la defensa de los derechos fundamentales del hombre.
Solidaridad y desarrollo
Por su parte, el secretario general de la ONU ha expuesto su programa para los próximos cinco años centrado, entre otros, en la «prevención de los conflictos, la solidaridad internacional y el desarrollo económico equitativo y sostenible«. «Usted es el líder espiritual del mundo«, dijo Moon al Papa.
El Papa Francisco ha recordado «la contribución de la Iglesia Católica, a partir de su identidad y con los medios que le son propios, para favorecer la dignidad humana integral y para la promoción de una cultura del encuentro que contribuya a los más altos fines institucionales de la organización».
La audiencia ha durado aproximadamente 20 minutos y se ha llevado a cabo en el estudio privado del Papa en el Palacio Apostólico. El secretario general de la ONU ha llegado al Vaticano alrededor de las 11,00 horas y ha sido recibido con un ‘picchetto’ de honor de la Guardia Suiza en el atrio de San Damaso al interior del Vaticano y por el prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Geor Gaenswein.
Después del encuentro con el Papa, en el que Ban Ki-Moon estuvo acompañado por su esposa y de un séquito de doce personas, Ban Ki-Moon se ha reunido con el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, que estaba acompañado por el subsecretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Antoine Camilleri.
Objetivos comunes
«Las Naciones Unidas y la Santa Sede comparten ideas y objetivos comunes», ha manifestado el secretario general de la ONU en la audiencia privada concedida por el Papa Francisco, según indica el diario italiano La Stampa.
Además, Ban Ki-moon ha señalado que es «un gran honor» reunirse con el Papa al inicio de su mandato porque «es muy importante encontrar a un líder espiritual del mundo».
Por otro lado, durante la misa oficiada en Santa Marta ante el personal sanitario y funcionarios del Vaticano, el Papa señaló que el cristiano «no puede juzgar a nadie, ya que el único que puede hacerlo es Dios, no debe criticar, hablar mal, de los otros y tiene que ser dócil y caritativo».
«Que el Espíritu Santo lleve la paz a las comunidades cristianas y enseñe a sus miembros a ser dóciles, renunciando a criticar a los otros», dijo el papa Bergoglio durante la homilía de la misa que celebró, como todos los días, en la capilla de la residencia de Santa Marta, donde se aloja, informó el Vaticano.
El Obispo de Roma se refirió a los primeros cristianos y destacó que vivían unidos, en armonía y amor mutuo, dimensiones -dijo- que hay que volver a descubrir hoy.
El pontífice manifestó que hay que descubrir de nuevo la docilidad, una virtud -afirmó- que está un poco olvidada.
«La mansedumbre tiene muchos enemigos, el primero de ellos es hablar mal. Criticar a los otros, atacarles, son tentaciones del diablo que no quiere que el Espíritu Santo venga a nosotros y logre la paz, la docilidad en las comunidades cristianas«, señaló.
El jesuita Francisco agregó que la crítica «no es la vida nueva» del cristiano, que tiene que ser caritativo, y recordó cual tiene que ser el comportamiento justo de un cristiano.
No juzgar a nadie
«No juzgar a nadie, ya que el único juez es el Señor. Estar callados y si hay que decir algo se le dice al interesado, a quien pueda remedia la situación, pero no a todo el barrio. Si con la gracia del Espíritu Santo logramos a no criticar más, será un gran paso, que nos hará bien a todos», subrayó.
Desde que fue elegido papa, el argentino Jorge Mario Bergoglio oficia todos días misa en la capilla de la residencia de Santa Marta, a la que asisten miembros de la Curia Romana, empleados de los jardines y del servicio de limpieza, funcionarios del Governatorato (ente que gobierna el Estado de la Ciudad del Vaticano), invitados, etc.
Hoy asistieron personal del Fondo de Asistencia Sanitaria, los servicios sanitarios del Vaticano, y personal del Governatorato.
(Rd/Agencias)