Nos enseña a ver el rostro de Jesús reflejado en el otro, a vencer la indiferencia y el individualismo
El papa Francisco pidió este domingo a México «desterrar la violencia y la inseguridad» durante el rezo Regina Coeli al término de la ceremonia en la plaza de San Pedro para la canonización de nuevos santos, entre ellos la religiosa mexicana Madre Lupita.
«En las manos de Santa Guadalupe García Zavala ponemos a todos los pobres, los enfermos y a cuantos asisten, y encomendamos a su intercesión a la noble nación mexicana, para que desterrada toda violencia e inseguridad, avance cada vez más por el camino de la solidaridad y la convivencia fraterna», clamó el Papa ante cientos de peregrinos y autoridades de ese país que asistían a la ceremonia.
El papa Francisco hizo votos hoy para que «inspirados en el ejemplo y concordia» de la nueva santa colombiana, Laura Montoya, los colombianos «continúen trabajando por la paz y el justo desarrollo de su Patria».
«Que inspirados en el ejemplo de concordia y reconciliación de la madre Laura Montoya, los amados hijos de Colombia continúen trabajando por la paz y el justo desarrollo de su Patria«, afirmó el papa durante el rezo del Regina Coeli, que sustituye al ángelus durante el tiempo de pascua.
El Obispo de Roma también abogó para que por intercesión de madre Laura Montoya, el Señor conceda «un nuevo impulso misionero y evangelizador a la Iglesia».
Antes del Regina Coeli el papa proclamó los primeros santos de su pontificado: Laura Montoya y Upegui (1874-1949), la monja mexicana Guadalupe García Zavala, conocida como madre Lupita (1878-1963) y 800 mártires italianos asesinados en 1480 a manos de los otomanos
Durante la misa de canonización, el papa Francisco dijo que santa Laura Montoya fue instrumento de evangelización primero como maestra y después como madre espiritual de los indígenas y enseña a vencer la indiferencia y el individualismo.
El papa argentino añadió que Montoya, la primera santa colombiana, enseña a los hombres a ser generosos con Dios, «a no vivir la fe solitariamente, sino a comunicarla, a irradiar la alegría del Evangelio con la palabra y el testimonio de vida allá donde nos encontremos.
«Nos enseña a ver el rostro de Jesús reflejado en el otro, a vencer la indiferencia y el individualismo, acogiendo a todos sin prejuicios ni reticencias, con auténtico amor, dándoles lo mejor de nosotros mismos y, sobre todo, compartiendo con ellos lo más valioso que tenemos: Cristo y su Evangelio», subrayó.
A la ceremonia asistió una delegación oficial de Colombia formada por 20 personas, encabezada por el presidente, Juan Manuel Santos, y de la que forman parte su esposa e hijos; la canciller, María Ángles Holguín, y el presidente de la Cámara de Representantes, Augusto Posada.
Santos será recibido mañana, lunes, por el papa Francisco en audiencia. (RD/Agencias)
Texto completo del saludo del Papa
Queridos hermanos y hermanas:
Al término de esta celebración, deseo saludar a todos ustedes que han venido a rendir homenaje a los nuevos Santos, de modo particular a las Delegaciones oficiales de Italia, de Colombia y de México.
Que los mártires de Otranto ayuden al querido pueblo italiano a mirar con esperanza el futuro, confiando en la cercanía de Dios que jamás abandona, incluso en los momentos difíciles.
Que por intercesión de Madre Laura Montoya, el Señor conceda un nuevo impulso misionero y evangelizador a la Iglesia, y que, inspirados en el ejemplo de concordia y reconciliación de esta nueva Santa, los amados hijos de Colombia continúen trabajando por la paz y el justo desarrollo de su Patria.
En las manos de Santa Guadalupe García Zavala ponemos a todos los pobres, los enfermos y a cuantos los asisten, y encomendamos a su intercesión a la noble Nación mexicana, para que desterrada toda violencia e inseguridad, avance cada vez más por el camino de la solidaridad y la convivencia fraterna.
Además, me alegra recordar que ayer en Roma ha sido proclamado beato el sacerdote Luigi Novarese, fundador del Centro voluntarios del Sufrimiento y de los Silenciosos Obreros de la Cruz. Me uno a la acción de gracias por este sacerdote ejemplar, que ha sabido renovar la pastoral de los enfermos haciéndolos sujetos activos en la Iglesia.
Saludo a los participantes en la «Marcha por la vida» que tuvo lugar esta mañana en Roma e invito a mantener viva la atención de todos sobre el tema tan importante del respeto por la vida humana desde el momento de su concepción.
A este propósito, me agrada recordar también la recogida de firmas que hoy se realiza en muchas parroquias italianas, a fin de sostener la iniciativa europea «Uno de nosotros», para garantizar protección jurídica al embrión, tutelando a todo ser humano desde el primer instante de su existencia.
Un momento particular para aquellos que defienden el carácter sagrado de la vida humana será la «Jornada del Evangelium Vitae», que tendrá lugar aquí en el Vaticano, en el contexto del Año de la fe, los próximos 15 y 16 de junio.