La mujer me susurró entonces en una oreja: Bergoglio. Esto me impresionó mucho. Me dije: si estas personas dicen Bergoglio, la indicación es del Espíritu Santo"
El cardenal de Viena, Christoph Schönborn, vio «señales fuertes sobrenaturales» provenientes del Espíritu Santo para la elección de Jorege Mario Bergoglio como Papa. Así lo afirmó el purpurado en una conferencia en el Albert Hall de Londres. «Es la única explicación«.
El arzobispo de Viena dijo que él mismo recibió dos «señales fuertes», pero que a los otros cardenales también le llegaron los soplos misteriosos del Espíritu Santo, porque «es la única explicación» de cómo el argentino Bergoglio, que no figuraba en ninguna lista como candidato a Papa, fue tan rápidamente elegido para suceder a Benedicto XVI, quien renunció al pontificado en febrero, en una decisión inédita en siglos en la Iglesia Católica.
«El Espíritu Santo nos guió hacia ese hombre que estaba sentado en la última fila en la Capilla Sixtina y nos señaló: es éste«, afirmó.
«No puedo hablar de una de esas señales fuertes porque la recibí durante el Cónclave y estamos vinculados por el secreto absoluto. La otra me llegó tras la misa ‘pro eligiendo Pontífice’ en la mañana del 12 de marzo, pocas horas antes del comienzo de la asamblea de los purpurados en la Capilla Sixtina y la primera votación«, contó el arzobispo de Viena.
«Encontré a una pareja de amigos latinoamericanos fuera de la Basílica de San Pedro. Les dije: ustedes tienen el Espíritu Santo. ¿Pueden darme un consejo para el Cónclave que está por iniciarse?», continuó el relato.
«La mujer me susurró entonces en una oreja: Bergoglio. Esto me impresionó mucho. Me dije: si estas personas dicen Bergoglio, la indicación es del Espíritu Santo», agregó. «Muchos de nosotros recibieron señales similares, porque de otro modo no hubiera sido posible una elección tan veloz», interpretó el cardenal Schoenborn.
Bergoglio fue elegido en la quinta votación en la tarde del 13 de marzo, en una decisión que sorprendió al mundo, ya que no figuraba entre los más mencionados como posibles Papas en ese Cónclave, aunque había sido el principal rival de Joseph Ratzinger cuando el alemán fue elegido en 2005.
El cardenal Schoenborn es considerado un amigo del nuevo Papa y sus palabras revelan que votó por el purpurado desde el comienzo del Cónclave.
(Rd/Agencias)