El libro hoy irrumpe casi como un acto para clausurar las guerras teológicas del pasado y los residuos bélicos que de tanto en tanto brillan para esparcir alarmas que representan ya intereses ya pretextos
La Santa Sede considera a la Teología de la Liberación «una de las corrientes más significativas de la teología católica del siglo XX«. Apenas a un mes de la visita de Francisco a Brasil, una de las cunas de este movimiento, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller, da carta de validez a este modo de entender la Iglesia, tras la publicación de un volumen en Italia suscrito por el arzobispo alemán y por el padre Gustavo Gutiérrez, «padre» de esta teología. Lo cuenta Gianni Valente en Vatican Insider.
«El movimiento eclesial teológico de América Latina, conocido como «Teología de la Liberación«, que después del Vaticano II encontró eco en todo el mundo, debe ser considerado, según mi parecer, entre las corrientes más significativas de la teología católica del siglo XX». Quien consagra la Teología de la Liberación con esta halagadora y perentoria evaluación histórica no es algún representante sudamericano de las estaciones eclesiales del pasado.
El «certificado» de validez llega directamente del arzobispo Gerhard Ludwig Müller, actual Prefecto del mismo dicasterio vaticano -la Congregación para la Doctrina de la Fe (CdF)- que durante los años ’80, siguiendo el impulso del Papa polaco (Juan Pablo II) y bajo la guía del entonces cardenal Joseph Ratzinger, intervino con dos instrucciones para indicar las desviaciones pastorales y doctrinales que también incluían los caminos que habían tomado las teologías latinoamericanas.
La evaluación sobre la teología de la liberación no es una declaración que se le escapó accidentalmente al actual custodio de la ortodoxia católica. El mismo juicio, meditado, aparece en las densas páginas del volumen del que proviene la cita: una antología de ensayos escrita a cuatro manos, impresa en Alemania en 2004, y que ahora está por se publicada en Italia con el título «De la parte de los pobres, Teología de la Liberación, Teología de la Iglesia» (Ediciones Messaggero, Padua, Emi).
El libro hoy irrumpe casi como un acto para clausurar las guerras teológicas del pasado y los residuos bélicos que de tanto en tanto brillan para esparcir alarmas que representan ya intereses ya pretextos. El volumen lleva las firmas del actual responsable del ex Santo Oficio y del teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, padre de la teología de la liberación e inventor de la misma fórmula usada para definir esa corriente teológica, cuyas obras fueron sometidas a exámenes rigurosos durante bastante tiempo por parte de la CdF en su larga estación ratzingeriana, aunque nunca se le haya atribuido ninguna condena.
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