El Vaticano anunció el viernes "la congelación de los haberes a nombre de monseñor Nunzio Scarano al IOR" (Instituto para las Obras Religiosas), el banco del Vaticano
La justicia italiana decidió el sábado mantener en prisión a Nunzio Scarano, un prelado arrestado el 28 junio y sospechoso de haber servido de «pantalla» para transferencias sospechosas procedentes de Mónaco efectuadas a través del Banco del Vaticano IOR.
El prelado, acusado entre otros de corrupción y de tentativa de blanqueo de dinero sucio, seguirá encarcelado en la prisión romana de Regina Coeli.
El tribunal rechazó así la petición presentada el 1 de julio por los abogados del prelado sobre el arresto domiciliario de su cliente, quien «quería encontrarse en una situación (…) que le permitiera oficiar la misa, a saber en una parroquia».
El Vaticano anunció por su parte el viernes «la congelación de los haberes a nombre de monseñor Nunzio Scarano al IOR» (Instituto para las Obras Religiosas), el banco del Vaticano.
Scarano, exjefe de la contabilidad de la APSA, la agencia que administra el patrimonio del Vaticano, suspendido hace un mes, escondía «al beneficiario real de las operaciones (realizadas a través de cuentas que controlaba) y obstaculizaba el rastreo de esas sumas de dinero», según la policía.
Según los investigadores, Scarano también habría utilizado cuentas bancarias del IOR para efectuar transferencias a cuentas de sus amigos, sobre todo para repatriar de Suiza 20 millones de euros procedentes de un fraude fiscal para una familia de armadores napolitanos.
Desde mediados de junio, el papa lanzó una operación para controlar el IOR, comenzando por el nombramiento de monseñor Battista Ricca, uno de sus hombres de confianza, en el cargo de «prelado» del IOR, una especie de número dos que tiene un derecho de control absoluto.
El papa Francisco creó a finales de junio una comisión formada por cuatro religiosos y una laica encargada inspeccionar el IOR y proponer una reforma cuyos primeros elementos se conocerán en octubre.
(RD/Agencias)