"El Evangelio solamente se puede recibir con una actitud de pobre"

Parolin: «Ha cambiado completamente la situación a un clima de esperanza, de renovación, de futuro»

De una Iglesia casi sitiada, con mil problemas, pasamos a una Iglesia que se abrió"

La valentía y humildad del papa Benedicto XVI de dar un paso atrás va en el mismo sentido de valentía y humildad de aceptar el pontificado del papa Francisco

(Manuel Isidro Molina, Últimas Noticias)- Esta es la entrevista concedida por el nuevo Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, al periódico venezolano Últimas noticias el pasado 4 de agosto. En ella se puede percibir muchas cosas de su personalidad, de su sensibilidad diplomática y de su forma de acercarse y ver las coxas. Pietro Parolin, el nuevo Secretario de Estado del Papa Francisco, no es un hombre de muchas palabras. No fue fácil convencerlo. Lo meditó durante semanas, y oportunamente accedió a la petición de Últimas Noticias. Nos recibió sonriente en la sala de la magnífica edificación de la Nunciatura Apostólica en Caracas, engalanada con un busto de Juan Pablo II y la foto oficial y el escudo de su santidad Francisco, pontífice católico desde el pasado 13 de marzo.

Advierte: «Sobre cuestiones políticas (internas de Venezuela), yo prefiero no opinar, porque no me corresponde. Además, es mejor actuar detrás de las bambalinas«.

– Contribuye más…

– Se puede hacer más. Habrá quien tenga que hacer declaraciones, porque la prensa tiene su papel.

– El buen periodismo está en sintonía con lo que es un requerimiento social…

-Sí.

-¿Qué está pasando en la Iglesia, desde el 13 de marzo pasado, cuando fue escogido el cardenal Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa?

-Creo que no está pasando nada nuevo en la Iglesia, en el sentido de que lo nuevo es lo común.

-¿Siempre con ánimo de renovación?

-Eso es. Siempre, porque el protagonista principal en la Iglesia es el Espíritu Santo.

-¿Cómo interpreta el «fenómeno» Francisco?

-A mí lo que me ha impactado, y considero un milagro de la elección del papa Francisco, es el cambio repentino de clima que se percibió enseguida. Antes había pesimismo, muy injustamente, porque el papa Benedicto XVI hizo todo lo posible para reformar a la Iglesia, si vemos, por ejemplo, el gran compromiso ante la pedofilia.

-Esa tensión frente a la pedofilia y la corrupción lo fatigó mucho…

-También eso, imagino, sí. Estábamos concentrados en esos problemas, parecía que la Iglesia no fuera capaz de renovarse; de repente, después de esta elección y de los primeros pronunciamientos del Papa, ha cambiado completamente la situación a un clima de esperanza, de renovación, de futuro, que antes parecía completamente trabado. Y eso yo lo considero, de veras, un gran milagro. La valentía y humildad del papa Benedicto XVI de dar un paso atrás va en el mismo sentido de valentía y humildad de aceptar el pontificado del papa Francisco, y su nuevo aliento.

-¿Qué es lo que más le ha impactado del papado de Francisco?

-Lo que más me ha impactado es que cambió completamente la percepción que había de la Iglesia. De una Iglesia casi sitiada, con mil problemas, una Iglesia que parecía un poco enferma, digamos, pasamos a una Iglesia que se abrió.

– La revitalizó…

– Eso es, y que se está mirando con gran confianza hacia el futuro de Dios. Me parece que es lo más bello que nos ha pasado.

-¿Qué significa que el Papa haya comenzado su primer periplo por Brasil?

– Esta es una coincidencia, porque ya estaba decidido que la Jornada Mundial de la Juventud se llevara a cabo en Brasil. Entonces, a cualquier Papa le correspondía estar allí.

– Coincide también que el papa Francisco haya hecho su opción por los pobres y que Brasil haya sido cuna de la Teología de la Liberación.

– Sobre la Teología de la Liberación, con mucho sentimiento, porque hubo mucho sufrimiento, las cosas se han aclarado. Todos estos años han servido, con mucho sentimiento, con mucho dolor, para aclarar las cosas. Es cierto que la Iglesia tiene una opción preferencial para con los pobres, es una elección que la Iglesia ha hecho a nivel universal. Pero también la Iglesia siempre ha aclarado que (la de los pobres) no es una opción excluyente ni exclusiva.

– Pero sí preferencial…

– Sí, preferencial; pero significa que la Iglesia es de todos, la Iglesia ofrece el Evangelio a todos con una atención especial a los pobres, porque ellos son los preferidos del Señor, a sabiendas de que el Evangelio solamente se puede recibir con una actitud de pobre.

– La sencillez que proclama Francisco…

– El papa Francisco va en esta línea. Esta atención que él ha manifestado desde los primeros momentos de su pontificado, pone en el centro de la Iglesia una opción fundamental que es para todos, pero con una atención especial a los pobres.

– Eso tiene una lectura en la feligresía latinocaribeña. ¿Qué lectura tendría en la feligresía africana?

– Hay diferencias. La Teología de la Liberación tuvo menos repercusiones en África que en América Latina.

– Y en Europa con los curas obreros…

– Sí, seguramente, pero en África no. Este (del papa Francisco por los pobres) es un buen anuncio para África, que se encuentra en conflictos en diversos países y por las desigualdades. Pienso que este hincapié que hace el Papa es importante también para África en todo el tema de la justicia social y la paz, que fueron tratados en los dos últimos sínodos sobre África realizados en el Vaticano.

– Es un tema humano, el de la pobreza, para la Iglesia. Pero también, para los marxistas, es un tema clasista…

– La Iglesia no puede asumir las categorías marxistas de lucha de clases. Uno de los puntos de los problemas que nacieron (con los proponentes de la Teología de la Liberación) fue utilizar la categoría marxista de lucha de clases para su doctrina. La Iglesia propone siempre, como primer paso, la conversión de los corazones y la educación de las personas para la solidaridad que permita superar no solo personal sino estructuralmente los problemas de la sociedad. Sobre la pobreza, la Iglesia tiene un patrimonio enorme que es su doctrina social.

– ¿Qué peso le da la Iglesia a la corrupción como base de estos problemas?

– El Papa ha llamado la atención sobre eso. Es un tema que toca a la Iglesia, porque sabe que la corrupción daña la fibra de la sociedad y acarrea muchas consecuencias como las mencionadas. Es importante que haya una lucha contra la corrupción; sobre todo, en la educación que es un ámbito fundamental de la Iglesia. La educación de las personas para la legalidad, la honestidad, la coherencia entre dicho y hecho, de manera tal que las personas sepan rechazar esas tentaciones, y sepan construir sociedades sanas, sociedades positivas.

– El papa Francisco ha estimulado las relaciones interreligiosas, al menos entre las monoteístas… ¿Y en cuanto a las mixturas de las creencias latinocaribeñas?

-Sobre el diálogo ecuménico entre cristianos y el diálogo interreligioso, el Papa se ha pronunciado en la huella de sus antecesores, por ejemplo Juan Pablo II con su encuentro en Asís. El papa Francisco está muy claro, tenemos que seguir adelante por ese camino.

-¿Y sobre la mixtura en las creencias latinocaribeñas?

– La Iglesia sigue el principio de San Pablo de tomar conocimiento de todo y escoger lo que es bueno y lo que es sano. Todo lo que es compatible con el Evangelio puede ser asumido.

– Venezuela tiene mucha tradición con los Tambores de San Juan, los Diablos Danzantes, patrimonio cultural…

– Esas son tradiciones buenas, que vale la pena mantener y reforzar, a través de las cuales, sobre todo, crecer en la fe.

– ¿Hay alguna señal de una visita del papa Francisco a Venezuela?

– No sabría decirle. No tenemos conocimiento de cuáles serán las intenciones del Papa en esto.

– El presidente Nicolás Maduro lo invitó, en ocasión de su visita al Vaticano…

– A mí no me resulta que lo haya invitado. ¿Le resulta a usted, que lo haya invitado?

– Le abrió la posibilidad de venir…

– Sí, pero una invitación formal, creo que no existe. El Presidente le habrá dicho algo, que las puertas de Venezuela están abiertas.

– En todo caso, no le dijo que estaban cerradas…

-(Risas) No, no, eso no. Ahora, que yo sepa, no hay una invitación formal para que el Papa venga a Venezuela.

– ¿En la jerarquía católica se considera que ese encuentro fue bueno?

– Sí, sí.

– ¿Ha generado consecuencias inmediatas?

– El juicio del encuentro del papa Francisco con el presidente Maduro es un juicio positivo en la línea del diálogo que la Iglesia promueve. Fue testimonio de diálogo. El Papa siempre está dispuesto a recibir a todos.

– Lo ha demostrado; con la presidenta argentina Cristina Kirchner se le atribuían conflictos de opiniones…

– El Papa la recibió y abrazó.

– Recibió al presidente Maduro, con quien también existe la pretensión de que hay diferencias…

– Ciertamente, el Papa está abierto a recibir y dialogar con todos. Me parece que este encuentro con el presidente Maduro ayudó a que haya un diálogo con la Iglesia, aquí en Venezuela.

– ¿De mejor calidad?

Por lo menos se ha abierto canales de contacto, y que se considere el diálogo como un método para la solución de los problemas.

– ¿Para comprender los problemas?

– Para comprender y solucionar los problemas de una manera pacífica, humana y cristiana.

– ¿Qué percepción tiene la Iglesia sobre los sufrimientos sociales por la crisis económica en varios países de Europa?

– La Iglesia lo asume como lo dice aquella frase del Concilio Vaticano II, del cual estamos celebrando cincuenta años: la Iglesia y los cristianos hacen suyos todos los dramas del mundo contemporáneo. La Iglesia ha hecho un llamado para que en la solución de la crisis que está sufriendo Europa se tome en consideración el sufrimiento humano.

– ¿Y qué pasa con el «capitalismo salvaje»? Lo criticó Juan Pablo II, igual que Benedicto XVI, y lo critica el papa Francisco. ¿Qué ocurre, que esa tendencia sigue predominando en Europa?

– Esto es preocupante. La Iglesia sigue pidiendo que se corrija eso, que sobre lo económico prive lo humano, la ética y la moral. Sobre las leyes de la economía priva la persona humana. De ahí nace este sentido de amor a los pobres, de solidaridad, de una economía verdaderamente humana que ayude a desarrollar a las personas y no a humillarlas o a dañar su dignidad. Este es un discurso fundamental para la Iglesia, y tenemos todas las encíclicas papales desde la Rerum Novarum (1891), de León XII, hasta la Caritas in Veritate (2009), de Benedicto XVI.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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