Les pido que oren por la paz en Oriente Medio: en Siria, en Irak, en Egipto, en El Líbano y en Tierra Santa, donde nació el Príncipe de la Paz, Jesucristo
(José M. Vidal/Agencias).- Uno de los avales del Papa es el referéndum que gana todos los miércoles y domingos del año. Desde que llegó, esos dos días sigue reuniendo entre 80 y 90.000 personas en la Plaza de San Pedro. Algo nunca visto. Ni siquiera en la época más gloriosa del Papa Wojtyla. La gente quiere a Francisco y el Papa les devuelve el cariño.
Por eso, a las 10 de la mañana, ya está en danza. Se sube al papamóvil y se mezcla con su gente. Recorre la plaza despacio, sin prisa. Besa niños, recoge camisetas y rosas blancas (sus preferidas), estrecha manos, hace guiños, saluda y bendice. Y la gente se lo agradece en el alma,le piropea, le dice que le quiere, le hace fotos, le enseña banderas y algunos aprovechan para intercambiarle el solideo. Y se para especialmente a besar y bendecir a niños, mientras sus madres lloran de emoción, y a enfermos y discapacitados.
Un Papa cercano, sencillo, que se para y gasta su tiempo con los humildes, con sus invitados, con los que le van a ver. Una visita pastoral del obispo de Roma a sus fieles de todo el mundo dos veces por semana. Sin ahorrar esfuerzos. No es fácil estar así, de pié, sonriendo y bendiciendo sin parar durante más de un hora. Pero éste es el nuevo estilo de papado de Francisco. Un Papa que predica con el ejemplo y da testimonio de cómo deben ser y actuar los pstores de la Iglesia.
En Roma empieza a llover y la plaza se llana de paraguas. La gente se protege con ellos o con capuchas. Pero Francisco aguanta, sin paraguas ni capucha. Para que la gente lo pueda ver bien. Y se moja y se empapa, pero sigue bendiciendo y recorriendo la plaza «gremita» (abarrotada). No se cansa, quizás por el enorme fee-back de amor y gratitud que recibe y da.
El recorrido bajo la lluvia dura casi una hora. Por fin, el Papa sube al estrado de las audiencias, que está protegido. Allí se va secando con la calefacción instalada en el tejadillo protector.
Saluda y da las gracias a la gente por haber sido valiente, a pesar de la lluvia, y comienza la catequesis.
«La Iglesia una, santa y católica. Hoy hablamos de la catolicidad»
«Significa la totalidad»
«Tres significados fundamentales»
«La Iglesia es católica porque es el espacio, la casa en la que se anuncia la fe y la salvación de Cristo se ofrece a todos».
«Nos hace enocntrar la misericordia de Dios»
«En la Iglesia cada uno de nosotros encuentra todo lo que necesita para creer y ser santo»
«Como en una familia, que nos da todo lo que necesitamos para crecer y vivir»
«Se camina y se crece en una comunidad y en una familia»
«Sacramentos, ventanas abiertas que nos dan la salvación de Dios»
«¿Cómo vivo yo en la Iglesia?»
«¿Cuando voy a la Iglesia es como si fuese a un estadio o al cine?»
«¿Participo en la vida de comunidad o voy encerrado en mis mísmo y en mis problemas»
«La Iglesia es la casa de todos»
«Un segundo significado: la Iglesia es católica porque es universal»
«La Iglesia no es un grupo de elite, no es sólo para algunos»
«Es enviada a la totalidad de las personas»
«La Iglesia no está solo a la sombra de nuestro campanario»
«Tenemos que abrir nuestras puertas y salir por el Evangelio»
«¿Qué hago para comunicar a los demás la alegría de pertenecer a la Iglesia?»
«Un tercer pensamiento: la Iglesia es católica, proque es la casa de la armonía, donde unidad y diversidad saben conjugarse para covertirse en riqueza».
«Como una sinfonía, donde todos están en armonía»
«Una bella imagen que nos dice que la Iglesia es como una gran orquesta, donde hay variedad»
«No somos todos iguales ni debemos ser todos iguales»
«Una diversidad que no entra en conflicto, que no se contrapone, que se deja fundir en armonía por el Espíritu Santo»
«¿Vivimos la armonía o nos peleamos entre nosotros?»
«¿Hay habladurías? Si hay habladurías no hay armonía, hay lucha y esto no es la Iglesia. La Iglesia es armonía, no murmurar ni luchar unos contra los otros»
«Aceptemos que haya una variedad en la misma fe»
«Tendemos a uniformarlo todo, pero la uniformidad lo mata todo. La vida de la Iglesia es diversidad»
Texto del saludo del Papa en español:
Queridos hermanos y hermanas:
Reflexionamos hoy sobre la catolicidad de la Iglesia. ¿Qué significa que la Iglesia es católica? En primer lugar, que en ella Cristo nos da la plenitud de los medios de salvación. Así como en la familia cada uno recibe lo que necesita para crecer y madurar, en la Iglesia se nos da todo lo necesario para creer y vivir como cristianos. Preguntémonos: ¿Cómo vivo yo en la Iglesia? ¿Participo en la vida de la comunidad y acojo los medios que se me dan para crecer como cristiano, o me encierro en mí mismo? En segundo lugar, la Iglesia es católica porque es universal, esparcida por todo el mundo y ofrece a todos la salvación que Cristo ha traído. Todos en la Iglesia nos debemos sentir llamados a anunciar y dar testimonio de la fe. ¿Qué hago para comunicar a otros la alegría de haber encontrado al Señor y pertenecer a la Iglesia? Por último, la Iglesia es católica porque es la casa de la armonía. Es como una gran orquesta que sabe integrar la diversidad de cada elemento en la armonía de una sinfonía. ¿Sabemos vivir la armonía en nuestras comunidades, aceptando al otro con sus diferencias, o tendemos a la uniformidad?
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Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a las Religiosas capitulares de Jesús María, así como a los grupos venidos de España, Argentina, México, Panamá, Costa Rica, Uruguay, Ecuador, Perú, Chile, y otros países latinoamericanos. Que todos nos dejemos guiar por el Espíritu Santo para que vivamos con verdadero espíritu católico nuestra pertenencia gozosa a la Iglesia. Muchas gracias.
Llamamiento por la paz
También hoy, el Papa Bergoglio renovó su incesante llamamiento a orar, rogando por la paz en toda la región medioriental y en todo el mundo, evocando a Benedicto XVI:
«Queridos fieles de lengua árabe: hace un año, el 10 de octubre de 2012, el Papa Benedicto XVI, después de su viaje al Líbano y la entrega de la Exhortación Apostólica: «La Iglesia en Oriente Medio: comunión y testimonio», añadió la lengua árabe en la Audiencia general, como había sido solicitado también por los Padres sinodales, para expresar a todos los cristianos de Oriente Medio, la cercanía de la Iglesia católica a sus hijos orientales. Y hoy hablando de la expresión «creo en la Iglesia Católica» les pido que oren por la paz en Oriente Medio: en Siria, en Irak, en Egipto, en El Líbano y en Tierra Santa, donde nació el Príncipe de la Paz, Jesucristo. Recen para que la luz de Cristo llegue a todos los corazones y a todo lugar, hasta los confines de la Tierra. ¡La bendición del Señor sea siempre con ustedes!»
Luego, el Santo Padre se dirigió también con afecto a los Obispos de la Iglesia de tradición alejandrina de Etiopía y Eritrea, asegurando su especial cercanía en la oración y en el dolor por tantos hijos de su tierra que perdieron la vida en la tragedia del naufragio de Lampedusa
Texto íntegro de la catequesis del Papa
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Veo que hoy a pesar de ser una jornada fea, han sido valientes, ¿eh? ¡Felicitaciones! Felicitaciones…
«Creo en la Iglesia una, santa, católica… «. Hoy hacemos una pausa para reflexionar sobre esta nota de la Iglesia, decimos «católica», ¿eh? De la catolicidad. En primer lugar: ¿qué significa católico? Viene del griego «kath’olòn» que significa «de acuerdo con el todo», la totalidad. En ese sentido, esta totalidad se aplica a toda la Iglesia. En ese sentido decimos que la Iglesia es católica. Yo diría en tres significados fundamentales..
1. El primero. La Iglesia es católica porque es el espacio, la casa en la que se anuncia toda la fe, en la que la salvación que Cristo nos ha traído se ofrece a todos. La Iglesia nos hace encontrar la misericordia de Dios que nos transforma, porque en ella está presente Jesucristo, que le da la verdadera confesión de fe, la plenitud de la vida sacramental, la autenticidad del ministerio ordenado. En la Iglesia, cada uno de nosotros encuentra lo que es necesario para creer, para vivir como cristianos, para ser santos, para caminar en todos los lugares y en todas las épocas.
Por poner un ejemplo, podemos decir que es como en la vida familiar. En familia, a cada uno de nosotros se nos da todo lo que nos permite crecer, madurar, vivir. No se puede crecer solos, no puede caminar solos, aislándonos, sino que se camina y se crece en comunidad, en una familia. Y así, la Iglesia es así. En la Iglesia podemos escuchar la Palabra de Dios, seguros que es el mensaje que el Señor nos ha dado; en la Iglesia podemos encontrar al Señor en los sacramentos que son ventanas abiertas por donde se nos da la luz de Dios, arroyos de los cuales tomamos la misma vida de Dios; en la Iglesia aprendemos a vivir en comunión el amor que viene de Dios. Cada uno de nosotros puede preguntarse ¿Cómo vivo en la Iglesia? Cuando voy a la Iglesia, ¿es cómo si fuera al estadio, a un partido de fútbol? Es como si fuera al cine? ¿No! ¡Es otra cosa! ¿Cómo voy a la iglesia? ¿Cómo acepto los dones que me ofrece, para crecer, madurar como cristiano? ¿Participo en la vida comunitaria o voy a la iglesia y me encierro en mis problemas, aislándome de los demás? En este primer sentido, la Iglesia es católica porque es la casa de todos: todos somos hijos de la Iglesia y todos estamos en esa casa.
2. Un segundo significado: la Iglesia es católica porque es universal, se extiende por todo el mundo y anuncia el Evangelio a todos los hombres y todas las mujeres. La Iglesia no es un grupo de élite, sólo para unos pocos. La Iglesia no tiene cierres, es enviada a todo el mundo, a toda la humanidad. Y la única Iglesia está presente incluso en las partes más pequeñas de la misma. Todos podemos decir: en mi parroquia está presente la Iglesia católica, porque ella también es parte de la Iglesia universal, porque también tiene la plenitud de los dones de Cristo, la fe, los Sacramentos, el ministerio; está en comunión con el Obispo, con el Papa y está abierta a todos, sin distinción.
La Iglesia no está solamente a la sombra de nuestro campanario, sino que abraza una gran variedad de gentes, de pueblos que profesan la misma fe, que se nutren de la misma Eucaristía, que son atendidos por los mismos Pastores. ¡Sentirse en comunión con todas las iglesias, con todas las comunidades católicas grandes y pequeñas de todo el mundo! ¡Es bonito esto! Y luego, sentirnos que todos estamos en misión, pequeñas o grandes comunidades, todos tenemos que abrir nuestras puertas y salir para anunciar el Evangelio. Preguntémonos entonces: ¿qué estoy haciendo para comunicar a los demás la alegría del encuentro con el Señor, la alegría de pertenecer a la Iglesia? ¡Proclamar y dar testimonio de la fe no es una cuestión de unos pocos, se refiere también a mí, a ti, a cada uno de nosotros!
3. Una tercera y última reflexión: la Iglesia es católica, porque es la «Casa de la armonía», donde la unidad y la diversidad hábilmente se combinan entre sí para ser riqueza». Pensemos en la imagen de la sinfonía, que significa acuerdo y armonía, diferentes instrumentos tocan juntos, cada uno conserva su timbre inconfundible y las características de sonido se funden y acuerdan en algo común. Luego está el que guía, el director, y en la sinfonía que se ejecuta todos tocan juntos en «armonía», pero no se borra el timbre de cada instrumento, la peculiaridad propia, ¡sino que se valoriza al máximo!
Es una bella imagen que nos dice que la Iglesia es como una gran orquesta, en la que hay variedad,
No todos somos iguales, y no debemos ser iguales. Todos somos diversos, diferentes, cada uno con sus propias cualidades y esa es la belleza de la Iglesia: cada uno trae lo propio, lo que Dios le dio, para enriquecer a los demás. Y entre los miembros hay esta diversidad, pero es una diversidad que no entra en conflicto, no se contrapone; es una variedad que se deja fundir en armonía por el Espíritu Santo; Él es el verdadero «Maestro», y Él mismo es la armonía. Y ahora preguntémonos: ¿en nuestras comunidades vivimos en armonía, o discutimos entre nosotros? En mi parroquia, en mi movimiento, en la Iglesia ¿Hay habladurías? Y, si hay habladurías, no hay armonía: hay lucha. Y ésta no es la Iglesia: la Iglesia es la armonía de todos. Nunca hablen uno contra el otro, nunca se peleen. Aceptemos al otro, aceptemos que haya una justa variedad, que esto sea diferente, que éste piense así, o piense asá? ¿Pero, en la misma fe se puede pensar así, O tendemos a uniformarlo todo? ¡La uniformidad mata la vida. La vida de la Iglesia es variedad, y cuando queremos poner esta uniformidad en todo, matamos los dones del Espíritu Santo! Oremos al Espíritu Santo, que es el autor de esta unidad en la variedad, de esta armonía, para que nos haga cada vez más «católicos», en esta Iglesia que es católica y universal! Gracias.