Las monjas clarisas llevan cincuenta años criando aves para mantener el convento de Allariz, fundado en el siglo XIII-
El Papa Francisco y algunas de las familias más desfavorecidas de la ciudad de Roma degustarán en estas navidades Pularda de Convento, criada en un monasterio de clausura por las clarisas de Allariz para el grupo Coren. Una delegación de la mayor cooperativa agroalimentaria española, encabezada por el presidente, Manuel Gómez-Franqueira, fue recibida este miércoles por el Santo Padre, que se mostró «muy cercano» y «entusiasmado» por conocer la historia de la empresa ourensana.
La cúpula de Coren entregó al Papa una carta de las monjas clarisas de Allariz y un lote compuesto por 200 pulardas, gallinas muy apreciadas en la alta cocina por la delicadeza de sus carnes. Las religiosas alaricanas guardan el secreto de criar estas aves con alimentos especiales durante cien días, para evitar la puesta de huevos y de esa forma conseguir la carne más tierna.
Las monjas clarisas llevan cincuenta años criando aves para mantener el convento de Allariz -fundado en el siglo XIII-, actividad de la que en estos momentos se encarga la hermana Rosa. Crían gallinas camperas en la semioscuridad, lentamente, sin cebarlas, para lograr «carne más jugosa».
Manuel Gómez-Franqueira reconoce como «algo histórico y único» que el Papa vaya a degustar este manjar en Nochebuena
El convento de las clarisas, donde residen 24 monjas que solo salen para ir al médico y para votar, abrió ayer sus puertas por primera vez a los informativos de TVE.
La crianza de la «Pularda de convento» se realiza en el último trimestre del año, que Coren pone en el mercado antes de Nochebuena.
Coren ha tenido que incrementar la plantilla en esta época del año en 150 trabajadores, para atender la demanda de la «Pularda de convento».
La cooperativa ourensana comercializará en estas navidades un millón de kilos de pavo, 80.000 de capón y 12.000 de pularda, el producto estrella.
La pularda es un ave hembra de raza campera que, debido a sus características genéticas y a una crianza tradicional en semioscuridad -con una alimentación natural a base de cereales y un crecimiento lento- da como resultado una carne infiltrada, jugosa y tierna, de un paladar exquisito.
La «Pularda de convento» es uno de los productos de la gama de Navidad de Coren, que produce en una edición limitada de 5.000 unidades.
La cooperativa ourensana Coren destaca la «enorme alegría» que supone para las casi 7.000 familias que la integran haber entregado dos cartas -una de la empresa que preside Manuel Gómez-Franqueira y otra que firma la abadesa del convento de las clarisas de Allariz-, en las que relatan al Papa todo el calor, cariño y admiración que tanto los miembros de la compañía agroalimentaria ourensana como la comunidad de religiosas le profesan.
«Es también uno de los anhelos de Coren poder contribuir a ayudar a las familias que menos tienen», destaca Manuel Gómez-Franqueira. Por ello, coincidiendo con esta visita, realizó una entrega de una partida de «Pularda de convento» que llegará a más de 200 familias desfavorecidas de la ciudad de Roma durante estas fiestas.