Jesús María Echavarría y Aguirre, fundador del Instituto de las Hermanas Catequistas de Guadalupe
El papa Francisco reconoció hoy las «virtudes heroicas», primer paso hacia la beatificación, de la monja española María Rocío de Jesús Crucificado, informó hoy la Santa Sede mediante un comunicado.
Según la nota, el papa Francisco recibió ayer en audiencia privada al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, a quien autorizó que promulgara el decreto por el que se reconocen sus «virtudes heroicas».
Esta promulgación supone que a partir de ahora se le otorgue a la monja de Málaga el título de «venerable sierva de Dios», previo al de «beata».
María Rocío de Jesús Crucificado nació como María Josefa Rodríguez Xuárez de la Guardia en la localidad malagueña de Colmenar el 16 de mayo de 1923 y murió en Roma el 30 de marzo de 1956, a la edad de 33 años.
Fue monja de la Congregación de las Hermanas del Amor de Dios.
El camino hacia la santidad tiene tres escalones: el primero es venerable siervo de Dios, el segundo beato y el tercero santo.
«Venerable siervo de Dios» es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce haber vivido las «virtudes de manera heroica».
Para que un venerable pueda ser beatificado, es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y, para que pueda ser canonizado (santo), es preciso un segundo milagro que ha de realizarse después de ser proclamado beato.
Obispo mexicano
El papa Francisco reconoció también hoy las «virtudes heroicas», primer paso hacia la beatificación, del obispo mexicano Jesús María Echavarría y Aguirre, fundador del Instituto de las Hermanas Catequistas de Guadalupe, según informó hoy la Santa Sede por medio de un comunicado.
Según refirió la nota, Francisco recibió ayer en audiencia privada al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, a quien autorizó que promulgara el decreto por el que se reconocen las «virtudes heroicas».
Esta promulgación supone que a partir de ahora se le otorgue al obispo mexicano el título de «venerable siervo de Dios», previo al de «beato».
Jesús María Echavarría y Aguirre, fallecido en 1954, nació el 6 de julio de 1858 en Bacubirito (noroeste de México) y falleció en Saltillo (centro del país), a la edad de 96 años, en abril de 1954. (RD/Agencias)