Deseo compartir con vosotros una esperanza: que el sentido de la responsabilidad, poco a poco, venza a la corrupción
(José M. Vidal).- Otro gesto del Papa que vale más que mil palabras. Esta tarde se reunió para orar en una iglesia de Roma con unos 700 familiares de víctimas de la mafia. Con su presencia y con sus palabras, Francisco condena el crimen organizado y sus tentáculos en todo el mundo. Y dice a los mafiosos que o se convierten o irán al infierno.
Se trata de la primera vez que un papa participa a la víspera de la XIXª «Jornada de la memoria y del compromiso», organizada en Latina (sur de Italia) por la asociación antimafia Libera, fundada por el combativo religioso italiano Don Luigi Ciotti.
Más de mil personas asisten en la iglesia romana de San Gregorio VII, cerca al Vaticano, a la vigilia de oración con el papa, como ha sido llamado el encuentro.
La iglesia, moderna de una sola nave, de ladrillo visto y cemento, con vidrieras, está llena. Algunos de los presentes llevan camisetas con el rostro de las víctimas.
Llega el Papa a la iglesia, mientras suena el canto «Hermano sol, herman luna». Camina por el pasillo y va saludando y bendiciendo las fotos de las víctimas que le muestran.
A continuación, sentado en el altar al lado de Don Ciotti, escucha el saludo de una mujer que, entre otras cosas dice al Papa: «Lea en nuestros ojos el dolor de la pérdida de padres, hijos, hermanos y familiares».
Tras el canto, el saludo de Don Ciotti: «Pensábamos encontrar un Padre y nos hemos encontrado con el hermano Francisco. Gracias».
«Necesidad de verdad y de justicia…para tantas, tantísimas víctimas de la Mafia». Entre ellas, al saceerdote Pino Plugisi.
«Necesitamos la verdad, necesitamos justicia y verdad»
«La mafia es un problema social y cultural»
«Hay que dar a las personas esperanza, dignidad y cultura y que la política sea realmente para el bien común»
«Reza por nosotros, hoy, Papa Francisco».
Tras un breve momento de silencio, acomopañado de música de violín, da comienzo la larga, larguísima lista de las víctimas inocentes de la Mafia,cuya lectura duró casi una hora.
Otro momento de silencio, con musica de fondo.
Un canto y la lectura del Evangelio de las Bienaventuranzas.
Algunas de las frases del Papa a kas víctimas de la Mafia:
«Gracias por hacer esta etapa en Roma, que me brinda la oportunidad de encontraros»
«Deseo compartir con vosotros una esperanza: que el sentido de la responsabilidad, poco a poco, venza a la corrupción»
«Que la Justicia gane espacio»
«Mi solidaridad con todos los que habéis perdido a personas queridas. Gracias por vuestro testimonio».
«No os habéis encerrados, habéis salido para contar vuestra historia de dolor y de esperanza»
«Quiero rezar con vosotros por todas las víctimas de la Mafia»
«Pidamos la fuerza de ir adelante, para seguir luchando contra la corrupción»
«No puede terminar sin decir una palabra a los protagonistas ausentes: Cambiad de vida, convertíos, dejad de hacer el mal»
«Os pido de rodillas que os convirtáis»
«El poder y el dinero de tanto dinero sucio de tantos crímenes…poder ensangrentado, que no podréis llevar a la otra vida»
«Estáis a tiempo de convertiros para no terminar en el infierno, que es lo que os espera si seguís por este camino»
«Pensad en vuestros padres y madres y convertíos»
Y reza, con todos los presentes, el Avemaría. Y vuelve a saludar a los presentes. Sin cansarse nunca.
Reflexión del Papa en la vigilia de oración por las víctimas de las mafias:
Queridos hermanos y hermanas,
gracias por haber hecho este alto en Roma, que me da la posibilidad de encontrarlos, antes de la vigilia y de la «Jornada de la memoria y del compromiso» que vivirán esta noche y mañana en Latina. Agradezco a Don Luigi Ciotti y a sus colaboradores, y también a los Padres Franciscanos de esta parroquia. Saludo además al obispo de Latina, Mons. Crociata, aquí presente. Gracias, excelencia.
El deseo que tengo es el de compartir con ustedes una esperanza, y es ésta: que lentamente el sentido de responsabilidad venza sobre la corrupción, en todas partes del mundo… Y esto debe partir desde dentro, de las consciencias, y de allí resanar, resanar los comportamientos, las relaciones, las elecciones, el tejido social, de tal forma que la justicia gane espacio, crezca, se radique, y tome el lugar de la iniquidad.
Sé que sienten fuertemente esta esperanza, y deseo compartirla con ustedes, decirles que les estaré cerca también esta noche y mañana, en Latina – si bien no podré ir físicamente, estaré con ustedes en este camino, que requiere tenacidad, perseverancia.
En particular, deseo expresar mi solidaridad a cuantos entre ustedes han perdido a una persona querida, víctima de la violencia mafiosa. Gracias por su testimonio, porque no se han cerrado, sino que se han abierto, han salido, para contar su historia de dolor y de esperanza. Esto es tan importante, especialmente para los ¡jóvenes!
Quisiera rezar con ustedes – y lo hago de corazón – por todas las víctimas de las mafias. También hace pocos días, cerca de Taranto, se ha perpetrado un delito que no ha tenido piedad ni siquiera por un niño. Pero al mismo tiempo recemos juntos, todos, para pedir la fuerza de ir adelante, de no desalentarnos, sino de continuar a luchar contra la corrupción. Y siento que no puedo terminar sin decir una palabra a los grandes ausentes, hoy, a los protagonistas ausentes: a los hombres y a las mujeres mafiosas. ¡Por favor, cambien de vida, conviértanse, dejen de hacer el mal! Y nosotros rezamos por ustedes: conviértanse. Lo pido de rodillas. Es por su bien. Esta vida que ahora viven, no les dará placer, no les dará alegría, no les dará felicidad. El poder, el dinero que ahora poseen de tantos negocios sucios, de tantos crímenes mafiosos, es dinero ensangrentado, es poder ensangrentado, y no podrán llevarlo a la otra vida. Conviértanse: aún es tiempo para no terminar en el infierno. Es lo que les espera si continúan por este camino. Ustedes han tenido un papá y una mamá: piensen en ellos. Lloren un poco y conviértanse.
Recemos juntos a nuestra Madre María para que nos ayude: Ave María…