El encuentro duró menos de media hora y se llevó a cabo en un clima sereno y cariñoso
El papa Francisco recibió este jueves a Meriam Yahya Ibrahim, la sudanesa condenada a 100 latigazos por adulterio y a muerte por apostasía, que llegó a Roma en un vuelo del gobierno italiano.
La mujer había sido condenada a muerte por apostasía al convertirse al cristianismo y aterrizó este mismo jueves en el aeropuerto militar de Roma Ciampino, acompañada por su familia y por el vicecanciller italiano, Lapo Pistelli.
Así lo cuenta la Radio Vaticana: Este jueves, a las 13, en la Casa de Santa Marta, el Santo Padre Francisco recibió a Meriam Yahia Ibrahim, la señora cristiana sudanesa, que había sido encarcelada en los meses pasados. Meriam estaba acompañada por su esposo Daniel Wani y sus dos hijos pequeños, Martin de un año y medio, y Maya, que nació en la cárcel hace dos meses.
Con este gesto el Papa quiso mostrar su cercanía, atención y oración también hacia todos los que sufren por su fe y especialmente para los cristianos que sufren persecución o restricciones a la libertad religiosa, informa el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi.
Con la pequeña familia se encontraba también el vice ministro de relaciones exteriores italiano Lapo Pistelli, que el miércoles viajó a Sudán para completar la negociación y acompañar a Meriam y sus familiares hasta Italia, donde se preparan para trasladarse a los Estados Unidos.
El encuentro duró menos de media hora y se llevó a cabo en un clima sereno y cariñoso. El Papa agradeció a Meriam y a su familia por el valiente testimonio de perseverancia en la fe. Meriam a su vez agradeció el gran apoyo y el aliento recibido, por la oración del Papa y de numerosos creyentes y personas de buena voluntad.
El secretario personal del Papa, Mons. Yohannis Gaid se desempeñó como intérprete. Al final, el Papa saludó también al personal italiano que acompaña a la familia de Meriam en su estancia en Italia.
En la estación aérea fue recibida por el jefe del gobierno Matteo Renzi y su esposa, y por la canciller Federica Mogherini. De padre musulmán y madre cristiana etíope, la mujer fue condenada a la horca el 15 de mayo en base a las normas de la «sharia», la ley islámica impuesta en Sudán desde 1983 y que condena la conversión a otros credos.
La mujer se había sido educada en la fe católica tras la muerte de su padre cuando ella tenía cinco años y se había convertido al catolicismo antes de contraer matrimonio con su marido cristiano a fines del 2011. Ya madre de un niño de 18 meses, en la cárcel de Omdurman dio a luz a una niña y fue entonces cuando la justicia le ofreció dos años de plazo para cumplir su pena con el fin de que pudiera alimentar al recién nacido.
La mujer, de 27 años, fue finalmente liberada por un tribunal de apelación de Jartum el 23 de junio. El juez la condenó también por adulterio, al declarar nulo su matrimonio en 2011 con Daniel Wan, sursudanés pero de nacionalidad norteamericana, ya que las leyes de la sharia no permiten que una mujer musulmana se case con un cristiano.
Tras su liberación había encontrado refugio a fines de junio en la embajada norteamericana.El vicecanciller Pistelli explicó que la familia permanecerá en Roma dos días, como huésped del ejecutivo italiano, y luego partirá rumbo a Nueva York.