En momentos en que en el mundo se suceden verdaderas masacres, queremos acompañarlo en la tarea permanente de llamar al cese del fuego en cada uno de los sitios en que las armas y la muerte terminan con la vida de miles de personas
Francisco recibió en audiencia al activista, escritor y periodista argentino Gabriel Conte, quien se sacó su pin del desarme y se lo entregó al pontífice. Le llevó una carta de ONGs de Latinoamérica y el mundo, de sobrevivientes y familiares de víctimas. Le dieron su apoyo y el papa los apoyó.
«Queremos acompañarlo y pedirle que nos acompañe. Le solicitamos que se pronuncie en favor del control de las armas y municiones en el mundo y que apoye a las decenas de organizaciones y sobrevivientes que trabajan por el desarme en cada rincón del mundo. Que se expida contra la impunidad judicial en los casos de asesinatos y en favor de fuerzas armadas y de seguridad que respeten los derechos humanos».
Estas palabras son parte de una carta llevada en mano al papa Francisco por Gabriel Conte, activista por el desarme y el control de armas, periodista y escritor argentino, en nombre de la Coalición Latinoamericana para la Prevención de la Violencia Armada y de IANSA, la International Action Network on Small Arms.
Conte fue recibido en audiencia por el sumo pontífice en la Sala Paulo VI del Vaticano. Allí, se quitó su insignia (pin) del desarme que portaba en su solapa y se lo entregó al papa Francisco. De esa manera, el representante de los sobrevivientes de la violencia armada y de familiares de víctimas, nucleados en cientos de organizaciones en Latinoamérica y el mundo, sumó al Santo Padre a la red de acciones y le pidió «continuar en la tarea».
«Son miles las personas que mueren cada día como consecuencia del uso de armas de fuego y es necesario ponerle un freno«, dijo Gabriel Conte. La carta dirigida al pontífice, agregó que «la violencia armada está poniendo un freno al desarrollo de muchos países de América Latina y el Caribe. Esta región del planeta, que Usted conoce muy bien por haber nacido y vivido allí y compartido gran parte de ese dolor, es la más violenta del mundo».
«La proliferación de armas y balas, el descontrol sobre ellas, su utilización como elemento de autodefensa y también de agresión para resolver conflictos y hasta irónicamente para frenarlos -continuó la misiva entregada al papa en el Vaticano- hace de nuestros países el escenario en donde mueren violentamente por su utilización tantas personas que representan alrededor del 40 por ciento del total mundial».
En otros puntos, la carta le informó al papa Francisco que:
– «Los sistemas de salud, de seguridad, la convivencia, la educación y, en muchos casos, hasta la gobernabilidad se ven amenazados por la presencia de armas de fuego y balas».
– «En casos como el colombiano, en donde hay un conflicto armado activo, la situación se potencia negativamente, con el permanente riesgo de contagio en toda la región».
– «En otros países, las armas se han vuelto «herramientas» que sustituyen al empleo que dignifica para transformarse en el vector de una epidemia de violencia a la que no se le encuentra cura».
Conte, en nombre de las organizaciones internacionales, manifestó al pontífice que «en momentos en que en el mundo se suceden verdaderas masacres, queremos acompañarlo en la tarea permanente de llamar al cese del fuego en cada uno de los sitios en que las armas y la muerte terminan con la vida de miles de personas a diario», colocando la preocupación no solo en los casos que están en la agenda informativa, sino «todos, a escala familiar, social, nacional y global que están activos y causan muertes».
Éste es el contenido de la carta:
Agosto de 2014
Su Santidad, Francisco
La violencia armada está poniendo un freno al desarrollo de muchos países de América Latina y el Caribe. Esta región del planeta, que Usted conoce muy bien por haber nacido y vivido allí y compartido gran parte de ese dolor, es la más violenta del mundo.
La proliferación de armas y balas, el descontrol sobre ellas, su utilización como elemento de autodefensa y también de agresión para resolver conflictos y hasta irónicamente para frenarlos, hace de nuestros países el escenario en donde mueren violentamente por su utilización tantas personas que representan alrededor del 40 por ciento del total mundial.
Desde el año 2005, múltiples organizaciones que integran la Coalición Latinoamericana para la Prevención de la Violencia Armada (CLAVE) y también la Red Mundial de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA) venimos trabajando para la implementación de políticas que permitan detener el impacto.
Los sistemas de salud, de seguridad, la convivencia, la educación y, en muchos casos, hasta la gobernabilidad se ven amenazados por la presencia de armas de fuego y balas.
En casos como el colombiano, en donde hay un conflicto armado activo, la situación se potencia negativamente, con el permanente riesgo de contagio en toda la región.
En otros países, las armas se han vuelto «herramientas» que sustituyen al empleo que dignifica para transformarse en el vector de una epidemia de violencia a la que no se le encuentra cura.Por suerte, también debemos mencionar los casos de países que se han encaminado en sus políticas de control de armas y desarme y, como lo hacen Brasil y Argentina, éstas dan sus frutos, disminuyendo las muertes y la cantidad de personas que resultan heridas, con todo el perjuicio para sus historias personales y familiares que ello implica.
Por todo esto es que lo visitamos, porque reconocemos coincidencias en nuestras tareas: es usted un militante de la paz y la convivencia pacífica. Usted y nosotros sabemos que conseguirlo no es un objetivo utópico ni romántico, sino que requiere de acciones muy concretas.
Decenas de sacerdotes y religiosas comparten, por motivación personal en muchos casos y como misión pastoral en todos, la vocación de avanzar pueblo por pueblo, en Latinoamérica, el Caribe y el mundo entero sacando de circulación las armas, que fueron fabricadas para matar y lesionar y cuya letalidad no tiene competidores.
Por ello queremos acompañarlo y pedirle que nos acompañe. Le solicitamos que se pronuncie en favor del control de las armas y municiones en el mundo y que apoye a las decenas de organizaciones y sobrevivientes que trabajan por el desarme en cada rincón del mundo. Que se expida contra la impunidad judicial en los casos de asesinatos y en favor de fuerzas armadas y de seguridad que respeten los derechos humanos.
Su Santidad, Francisco: agradecemos su apoyo y queremos que sepa que cuenta con el nuestro. Le instamos a no cesar en su lucha por la desactivación de la resolución de todos los conflictos, ya sean a escala familiar, social, nacional o global.
Reconocemos en Usted a la figura que puede acompañar y agilizar los procesos de desarme, de control de las armas existentes y de discusión de los caminos hacia la paz en casos como los que sufrimos, en sus muy diversas formas, en Latinoamérica y el Caribe.En momentos en que en el mundo se suceden verdaderas masacres, queremos acompañarlo en la tarea permanente de llamar al cese del fuego en cada uno de los sitios en que las armas y la muerte terminan con la vida de miles de personas a diario.
Muchas gracias.