Acompañado por su secretario George Gaënswein y una de las religiosas que lo cuidan, y caminando con dificultad y con un andador, el Papa emérito recibió al joven Elie Sfeir, responsable de una asociación de jóvenes libaneses
(Jesús Bastante).- Cada día más débil, pero aún con la energía suficiente como para pasear, rezar y encontrarse con los más allegados. Benedicto XVI reapareció el pasado sábado en los jardines vaticanos, como atestiguan las fotos llegadas a nuestra redacción.
Acompañado por su secretario George Gaënswein y una de las religiosas que lo cuidan, y caminando con dificultad y con un andador, el Papa emérito recibió al joven Elie Sfeir, responsable de una asociación de jóvenes libaneses.
Desde que renunciara hace año y medio al solio pontificio, han sido pocas las ocasiones en las que se ha visto en público a Benedicto XVI. No obstante, según sus allegados, Ratzinger está sonriente, tranquilo, y recibe a la gente que se lo pide. Su movilidad, en todo caso, está cada vez más reducida.
En esta ocasión, el Papa emérito recibió a Elie Sfeir, responsable de la asociación de jóvenes «pro Benedicto», rezó el Rosario con él y hablaron de la difícil situación de los cristianos perseguidos en Oriente Medio, un problema que preocupa especialmente a Ratzinger.
El Líbano está sufriendo una de las mayores crisis de su historia, y la situación de los cristianos en Oriente Medio, acosados por el Estado Islámico y determinadas legislaciones islámicas, causó verdadera tristeza en el ánimo de Ratzinger, quien quiso rezar junto al joven representante de las minorías.
El encuentro fue muy cercano, y en él Benedicto XVI volvió a dar muestras de su delicada salud pero, también, de que sigue estando cerca de la Iglesia a cuyo mando renunció el 28 de febrero de 2013.