La comunidad fundada por Marcel Lefebvre rompió con la Iglesia en 1988
(Valores Religiosos)- El superior de la Hermandad sacerdotal San Pío X, monseñor Bernard Fellay, aseguró que no quiere romper con el Vaticano, al tiempo que ha calificado la controversia sobre los divorciados casados en segundas nupcias como sintomática de las derivas del Concilio Vaticano II (1962/1965).
El cardenal Gerhard Ludwig Muller, prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe, había recibido por primera vez a Fellay el 23 de septiembre, 18 meses después de la elección del papa Francisco en 2013.
Monseñor Fellay ha mencionado el encuentro que tuvo con Benedicto XVI en 2005. «Comprobamos que seguía habiendo divergencias doctrinales», pero «el encuentro mostró que ni ellos ni nosotros deseamos una ruptura de nuestras relaciones«.
«En el marco del sínodo sobre la familia aparecen críticas serias y justificadas, de varios cardenales, contra la propuesta del cardenal Walter Kasper sobre la comunión de divorciados casados en segundas nupcias», ha señalado.
Para Fellay, las propuestas del cardenal Kasper «son una ilustración» de lo que reprochan al Concilio Vaticano II.
Desde la elección de Francisco en 2013, el diálogo con la comunidad fundada por Marcel Lefebvre, que rompió con la Iglesia en 1988, está estancado.
Pero Fellay, mucho más moderado en sus palabras, evita cualquier crítica contra el popular papa Francisco.