El Papa obligó a los obispos a votar punto por punto el documento de trabajo: todos fueron aprobados por mayoría absoluta, y sólo tres no lograron los dos tercios
(Jesús Bastante).- Un día histórico. El Sínodo Extraordinario de Obispos reunido para debatir sobre los desafíos de la familia concluyó su primera etapa aprobando la «Relatio Synodi» (documento de trabajo), con una amplia mayoría -los 62 puntos fueron aprobados por mayoría absoluta, y sólo tres (los puntos 52, 53 y 55) no obtuvieron dos tercios-, en el que se acuerda seguir trabajando por el acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar, se reconocen los «elementos positivos presentes en los matrimonios civiles y, con las debidas diferencias, en las convivencias» y se insta a acoger a los homosexuales «con respeto y delicadeza».
Consciente de la fuerte oposición, Bergoglio dispuso que cada uno de los puntos fueran votados individualmente, y que se publicaran los resultados de todos los escrutinios. Como todos se aprobaron por mayoría, todos se publicaron, por expreso deseo del Papa. Y todos seguirán siendo debatidos.
Según se desprende de los resultados de las votaciones, no todos los 62 puntos obtuvieron la mayoría de dos tercios requerida en el pasado para este tipo de documentos, pero consiguieron una mayoría y por tanto forman parte del mismo, informa Efe.
Sin llegar a ningún acuerdo final -para ello habrá que esperar a octubre de 2015-, la mayoría moderada, con el apoyo del Papa Francisco -quien pronunció un «discurso maravilloso» (por el momento, únicamente disponible en italilano), según anunció Federico Lombardi-, ha logrado mantener en el debate todos y cada uno de los temas que aparecieron el pasado lunes en la «relatio postdisceptationem»: la denuncia contra la violencia a las mujeres, la cercanía a los que sufren problemas derivados de situaciones familiares (divorcios, rupturas, enfrentamiento con los hijos) y, especialmente, tres cuestiones a debate: la aceptación de otras formas de convivencia no canónicas; el acceso de los divorciados vueltos a casar a los sacramentos; y la acogida a los homosexuales.
Estos tres aspectos generaron, a lo largo de la semana, una furibunda crítica por parte de los sectores más ultraconservadores, quienes criticaron -directamente, o a través de sus terminales mediáticas- al Papa Francisco y a sus estrechos colaboradores, especialmente al cardenal Walter Kasper. Un grupo encabezado por Müller, Burke o Pell, y que giró en torno a un tercio de los presentes (183 en las votaciones finales, donde los dos tercios se daban en los 123).
De los tres, el primero de ellos obtuvo un reconocimiento superior a los dos tercios, mientras que la petición del acceso a la comunión de algunos casos de divorciados vueltos a casar tras un «camino penitencial» tuvo el voto favorable de 104 padres sinodales y en contra a 74. La acogida a los homosexuales cosechó 118 votos a favor y 62 en contra.
Lo que parece claro es que esta noche los padres sinodales, con Francisco a la cabeza, han abierto una puerta que será imposible cerrar.
La oficina de prensa del Vaticano, informa RTVE, ha explicado que el documento aprobado es un texto de propuestas de los obispos sobre el que trabajar durante un año de cara al próximo Sínodo de octubre de 2015, que también abordará el tema de la familia.
Según se desprende de los resultados de las votaciones, no todos los 62 puntos obtuvieron la mayoría de dos tercios requerida en el pasado para este tipo de documentos, pero consiguieron una mayoría y por tanto forman parte del mismo.
Entre ellos, el punto 52 en el que se proponía estudiar un camino penitencial para que los divorciados que se han vuelto a casar pudiesen recibir los sacramentos, fue el que más votos en contra tuvo, pero fue aprobado finalmente por 104 a favor y 74 en contra.
Lo mismo ocurrió con el punto 53, 112 a favor y 63 en contra, que instaba a continuar estudiando la posibilidad de que los divorciados que han vuelto a casarse puedan recibir «la comunión espiritual» o el «por qué no pueden recibir la comunión sacramental».
Otro de los puntos aprobados, aunque con 62 votos contrarios, fue el relativo a los homosexuales.
La mayoría aprobó que «los hombres y las mujeres con tendencias homosexuales deben ser acogidos con respeto y delicadeza» y que se «evitará cualquier marca de discriminación».
Sin embargo, los obispos han subrayado «que no se pueden establecer analogías, ni si quiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia».
El documento dedica un amplio espacio a exaltar «la belleza» de la familia tradicional y fiel, pero asegura que la Iglesia «como madre atenta» debe acompañar «con misericordia y paciencia» a las familias frágiles o heridas.
Además, la Iglesia intentará «ayudar a lograr la plenitud del plan de Dios» a las parejas casadas por lo civil, divorciados y vueltos a casar, o que simplemente conviven, afirma el documento.
El texto reconoce también algunos valores en estas parejas que «cumplen el bien, se hacen cargo los unos de los otros y están al servicio de las comunidades en las que viven y trabajan».
Todas estas reflexiones tendrán que ser ahora «maduradas y analizadas» por las Iglesias locales» para preparar el camino del Sínodo de octubre de 2015.
En su discurso, apuntó Lombardi, «el Papa Francisco ha hablado de dos tentaciones: la rigidez hostil y el bien destructivo».
Francisco proclamó que en la asamblea no se ha puesto en entredicho la «verdad fundamental» del «sacramento del matrimonio: la indisolubilidad».
Así lo afirmó el papa Bergoglio en un discurso pronunciado ante los participantes en este Sínodo, a quienes dijo que su papel como líder de la Iglesia Católica es el de «garantizar la unidad», tras los debates en los que se abordaron cuestiones como la acogida a los homosexuales o a los divorciados vueltos a casar.
Además, el papa dijo que la Iglesia Católica «no mira a la humanidad desde una torre de cristal para juzgar o clasificar a las personas«. Sus palabras han cosechado una ovación de más de cinco minutos. Y la Iglesia no se ha roto, y sigue adelante.
Lea la Relatio Synodi, y las votaciones de cada punto, aquí:
Lea el discurso del Papa (en italiano), aquí: