El milagro que le atribuye es la curación de un feto después de un diagnóstico de problemas cerebrales. La madre se negó a abortar y el niño nació sin problemas
Pablo VI, el Papa de los cambios, el pontífice incomprendido, será beatificado hoy en una ceremonia en la que que participaran miles de personas, que estará oficiada por Francisco, a la que se espera que asista el Papa emérito, Benedicto XVI, y que estará rodeada de fortísimas medidas de seguridad ante el temor de un posible atentado yihadista.
Pablo VI (1897-1978), pontífice en cierto modo olvidado pese a los profundos cambios que realizó en la Iglesia católica al acabar y defender el Concilio Vaticano II e instaurar el sínodo de los obispos.
Francisco eligió esta fecha para clausurar del sínodo extraordinario sobre la familia que se ha celebrado en estos días.
El actual pontífice, en discursos previos elogió a Giovanni Battista Montini (Pablo VI) porque «vivió todo el sufrimiento de la Iglesia después del Vaticano II: las luces, las esperanzas, las tensiones». Su desafío fue llevar a feliz término el Concilio Vaticano II, que corrió el riesgo de fracasar por las novedades que le planteaba a la Iglesia.
Entonces fue histórico su abrazo con el entonces patriarca Atenagoras, para abrir un camino de reconciliación entre la Iglesia Católica y la Ortodoxa, después de más de 500 años del Cisma de Oriente. Además recibió en la Capilla Sixtina al ortodoxo Melitón de Calcedito, a quien abrazó y beso los pies, un gesto sin precedentes en la iglesia.
El milagro que le atribuye es la curación de un feto después de un diagnóstico de problemas cerebrales. La madre se negó a abortar y el niño nació sin problemas.
Fue el Papa que decretó que el uso del preservativo y de la píldora anticonceptiva son pecado al ser contrarios a las enseñanzas de la Iglesia. El primer Papa en llevar a cabos viajes internacionales. El Papa que predicaba el diálogo, con otras religiones y con el mundo moderno. El Papa que decía: «Si quieres La Paz trabaja por la justicia».
(RD/Agencias)