Jesús no es un rey a la manera de este mundo: para Él reinar no es mandar, sino obedecer al Padre, entregarse a Él para que se cumpla su diseño de amor y de salvación
(J. B./RV).- «Los pueblos tienen instinto para distinguir los buenos pastores de los mercenarios«, aseguró esta mañana el Papa en la misa de San Pedro, durante la canonización de seis nuevos santos. «El Evangelio nos recuerda que la cercanía y la ternura son la regla de vida para nosotros , y sobre esta se nos juzgará«, incidió el Pontífice.
El reino de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo, es reino de verdad y de vida, reino de santidad y de gracia, reino de justicia, de amor y de paz», de «cercanía y ternura», reiteró el Papa Francisco en esta solemnidad.
En su homilía, en la celebración de la Eucaristía con el rito de canonización de seis nuevos santos de la Iglesia universal, el Sucesor de Pedro hizo hincapié en que las Lecturas nos muestran cómo Jesús ha realizado su reino; cómo lo realiza en el devenir de la historia y qué cosa nos pide a nosotros hoy. Una vez más de miles de peregrinos de tantas partes del mundo, acudieron en esta mañana romana a la Plaza de San Pedro, engalanada con las imágenes de los nuevos santos.
Ante todo, Jesús ha realizado su reino con ternura y cercanía. Es un Pastor lleno de amor para su rebaño. Lo apacienta y cuida, busca a la oveja perdida, cura a la herida y enferma, recordó el Papa y señaló que cuantos en la Iglesia están llamados a ser pastores, no se pueden alejar de este modelo, si no se quieren volver mercenarios. «En este contexto, el Pueblo de Dios tiene un olfato infalible para reconocer a los buenos pastores y distinguirlos de los mercenarios».
«Jesús no es un rey a la manera de este mundo: para Él reinar no es mandar, sino obedecer al Padre, entregarse a Él para que se cumpla su diseño de amor y de salvación», destacó luego el Santo Padre, reflexionando sobre cómo después de su Resurrección, es decir de su victoria, Jesús lleva adelante su reino.
Reflexionando con el Evangelio sobre lo que Jesús nos pide hoy, el Obispo de Roma subrayó que la salvación comienza con la imitación de las obras de misericordia con la cuales Él ha realizado el Reino. Haciéndonos concretamente prójimo de los hermanos que piden pan, vestido, acogida, solidaridad. Y si verdaderamente amamos a ese hermano sentiremos el impulso de compartir con él lo más precioso que tenemos, «es decir al mismo Jesús y su Evangelio».
El Papa destacó que la Iglesia presenta a los nuevos santos que canonizó en esta solemnidad de Cristo Rey como modelos, que mediante las obras de una generosa entrega a Dios y a los hermanos, han sido servidores del reino de Dios y han llegado a ser sus herederos. Con su amor a Dios y al prójimo, sirvieron a los últimos, a los necesitados, a los enfermos, a los ancianos, a los peregrinos. Sigamos sus huellas – invitó el Santo Padre – invocando la guía de la Madre de Dios, Reina de todos los Santos
Los seis nuevos santos canonizados por el Papa Francisco son: Giovanni Antonio Farina, Obispo de Vicenza, Fundador de las Religiosas Maestras de Santa Dorotea Hijas de los Sagrados Corazones; Kuriakose Elías Chavara de la Sagrada Familia, sacerdote, Fundador de la Congregación de los Carmelitas de María Inmaculada; Ludovico de Casoria, sacerdote profeso de la Orden de los Frailes Menores, Fundador de la Congregación de las Religiosas Franciscanas Elisabetianas; Nicola de Longobardi, oblato profeso de la Orden de los Mínimos; Eufrasia Eluvathingal del Sagrado Corazón, de la Congregación de las Religiosas de la Madre del Carmelo y Amato Ronconi, de la Tercera Orden de San Francisco, Fundador del Hospital de los Pobres Peregrinos en Saludecio, ahora «Casa para ancianos Obra Pía del Beato Amato Ronconi».
Palabras del Papa antes del rezo del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas,
Al final de esta celebración, deseo saludar a todos ustedes que han venido a rendir homenaje a los nuevos Santos, de modo especial a las Delegaciones Oficiales de Italia y de la India.
El ejemplo de cuatro Santos italianos, nacidos en las Provincias de Vicenza, Nápoles, Cosenza, y Rímini, ayudan al querido pueblo italiano a reavivar el espíritu de colaboración y de concordia por el bien común y a mirar con esperanza el futuro, en unidad, confiando en la cercanía de Dios que jamás nos abandona, incluso en los momentos difíciles.
Por intercesión de los dos Santos indianos, provenientes de Kerala, gran tierra de fe y de vocaciones sacerdotales y religiosas, el Señor conceda un nuevo impulso misionero a la Iglesia que está en India – ¡que es tan buena! – para que inspirándose en sus ejemplos de concordia y de reconciliación, los cristianos de la India prosigan en el camino de la solidaridad y de la convivencia fraterna.
Saludo con afecto a los Cardenales, los Obispos, los Sacerdotes, como también a las familias, los grupos parroquiales, las Asociaciones y las escuelas presentes. Con amor filial nos dirigimos ahora a la Virgen María, Madre de la Iglesia, Reina de los santos y modelo de todos los cristianos.
Les deseo un buen domingo, en paz, con la alegría de estos nuevos Santos. Les pido, por favor, recen por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!