La Filipinas que se va a encontrar Francisco, religiosamente hablando, es una nación realmente fervorosa y devota, pero que vive una cierta dicotomía entre su fe y su vida concreta
(José Manuel Vidal).- Raquel Sánchez Vallina es carmelita misionera teresiana en Manila. La religiosa española participa como voluntaria en los actos del viaje del Papa Francisco a Filipinas. Especialmente, en el encuentro que tendrá lugar el próximo 18 de enero en la Universidad Santo Tomás, con líderes religiosos y con jóvenes.
¿Todo listo para recibir al Papa?
Yo diría que sí: estamos rezando desde hace ya 6 meses por la visita del papa al final de cada misa: por el fruto espiritual y sobre todo por la seguridad del papa. Los carteles con la cara sonriente de papa Francisco están presentes en las calles donde el papamóvil va a pasar, y una figura suya de tamaño natural preside a la entrada de todas las iglesias y escuelas católicas desde hace semanas. Las sillas y las vestiduras litúrgicas que va a utilizar en las celebraciones, litúrgicas, el vehículo que va a llevarlo de una parte a otra, el menú con las comidas que le van a preparar, que por cierto serán una combinación de comida italiana y filipina… todo está listo. Se suceden los ensayos de las diferentes celebraciones en los principales puntos de la ciudad y por ejemplo la Universidad de Santo Tomas está terminando de adecentar y embellecer aun mas sus premisas… Incluso la oficina del presidente de la nación ha declarado días especiales de no trabajo del 15 al 19 de enero en la región de la capital nacional ( que incluye la ciudad de Manila y otras ciudades adyacentes como ciudad de Quezon, ciudad de Pasig, ciudad de Makati..,etc)
¿La gente está ilusionada con su visita?
Muchísimo. ya de por si el pueblo filipino es muy acogedor y hospitalario, y después de 20 años de la última visita del obispo de Roma, cuando San Juan Pablo II vino en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en Manila, ahora se ha volcado de nuevo con el papa Francisco. Quiere demostrarle todo su cariño y amor incondicional.
¿Qué piensan de Francisco en Filipinas? ¿Le admiran, le quieren y le siguen como el Papa de los pobres y de la primavera de la Iglesia?
Si, le admiran y le quieren sobretodo porque ven en él a un hombre de Dios, y al mismo tiempo muy humano, un hombre sencillo y humilde, que predica con el ejemplo y que lleva siempre por donde va un mensaje de esperanza y alegría sobre todo para los más pobres, los que sufren, los excluidos. Le están especialmente agradecidos de que haya querido venir personalmente a visitar los lugares y las personas afectadas el año pasado por el supertifón Hayan (Yolanda) en la provincia de Leyte y el terremoto en la provincia de Bohol y Cebú.
¿Qué espera de su visita: alegría, consuelo, esperanza…?
Consuelo, esperanza, alegría… y además sentir que el papa está cerca de ellos, que se preocupa sinceramente por ellos, que quiere conocer su realidad, su sufrimiento, su pobreza, y también sus ilusiones y sueños, sus alegrías. Espera también que les afirme en su fe. Como gente de una profunda fe, éste es un momento de gracia especial para ellos, una bendición del mismo Dios.
¿Qué Filipinas se va a encontrar Francisco religiosamente hablando? ¿La secularización empieza a hacer mella también por ahí o eso es solo un fenómeno de los países occidentales desarrollados?
Como en todas partes, y gracias a la globalización, la secularización se empieza a notar también aquí, aunque todavía no demasiado. La Filipinas que se va a encontrar Francisco, religiosamente hablando, es una nación realmente fervorosa y devota, pero que vive una cierta dicotomía entre su fe y su vida concreta de cada día, como desgraciadamente se puede constatar en tantos casos de corrupción en los lideres políticos que provienen de las escuelas católicas más exclusivas del país, y en el escándalo del abismo cada vez más grande que hay entre los ricos y los pobres. La Iglesia de Filipinas quiere ser la Iglesia de los pobres pero todavía le falta mucho camino por hacer hasta ser verdaderamente la comunidad de los discípulos de Cristo, que proclamó el II Concilio Plenario de Filipinas del año 1991. Tiene el desafío además de la falta de formación religiosa de la mayoría de los fieles. La Conferencia de obispos de Filipinas quiere que los próximos años de preparación para la celebración del V centenario de la evangelización de estas islas (los primeros misioneros llegaron el año 1521) sean un momento de verdadera renovación en su fe y en su compromiso por los pobres, a través de la formación en la fe, una profundización en la espiritualidad y una opción por los jóvenes, poniendo especial énfasis en la centralidad de la Eucaristía, en la necesidad de la oración y la necesidad de la conversión personal y comunitaria.
¿Le ilusiona participar como voluntaria en la organización de la visita papal?
¡Claro que si! Yo también lo considero como una gracia personal de Dios el poder estar cerca del Santo Padre, el pastor a quien Dios ha confiado la guía de su Iglesia en estos tiempos. Como misionera me hace ilusión especialmente sentirme una con el pueblo filipino y tener la oportunidad de colaborar en sus esfuerzos para que la visita del Papa sea un éxito.
¿Se está montando la visita al estilo austero y pobre de Francisco?
Si. Se está tratando realmente de seguir los deseos expresados por el mismo Papa, por ejemplo de no usar un coche protegido con cristales antibalas. Los obispos también recalcan que hay que evitar toda manifestación de lujo y excesiva pompa.
¿En qué va a consistir el acto de la Universidad Santo Tomás, en el que usted va a estar presente?
En realidad van a ser dos actos: en un primer momento el Santo Padre se reunirá brevemente con líderes religiosos de toda Filipinas para después encontrarse con los jóvenes en el campo de deportes de la universidad oficiando una celebración de la Palabra.
¿Qué le diría al Papa, si tuviese ocasión de saludarlo?
¡Gracias Santo Padre por su testimonio, por todo lo que está haciendo para renovar la Iglesia y hacerla más cercana a los hombres y mujeres de hoy! No está solo, cuenta con nosotros Que el Señor le bendiga y le continúe guiando con la fuerza de su Espíritu.