Francisco fue más allá que el papa alemán cuando afirmó que era legítimo detener a un agresor injusto
El secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, afirmó hoy que es preciso una intervención en Libia, pero «bajo el paraguas de la ONU», según Radio Vaticana. Para el «número dos» de la Santa Sede, «el avance del Estado Islámico en Libia debe ser contenido» y por ello, Parolin, ha dicho que «es preciso intervenir pronto, pero bajo el paraguas de la ONU». Es decir, «se necesita un amplio consenso internacional«.
Las declaraciones de Parolin se producen en medio de un debate en el que está inmersa Italia sobre la necesidad de intervenir militarmente en Libia, después de que el Gobierno haya ordenado el cierre su Embajada en Trípoli y los italianos que residían en este país hayan sido repatriados.
Parolin se reunió ayer en la embajada italiana ante la Santa Sede con el primer ministro, Matteo Renzi; el canciller, Paolo Gentiloni, y la ministra de Defensa, Roberta Pinotti, entre otros, con los que abordó la crisis libia y las recientes amenazas terroristas que enfrenta Italia.
«Se necesita una respuesta rápida. La situación es grave, pero cualquier intervención armada debe someterse al derecho internacional», agregó el cardenal italiano.
En línea con su predecesor Benedicto XVI, el papa argentino es un ferviente defensor de las minorías religiosas sometidas en varias regiones del mundo. Sin embargo, Francisco fue más allá que el papa alemán cuando afirmó que era legítimo detener a un agresor injusto.
Desde Francia, donde negociaba la compra de armas para sus fuerzas armadas, el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi, pidió ayer un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU que permita la creación de una coalición internacional para intervenir en territorio libio, donde EI decapitó a 21 cristianos coptos a orillas del Mediterráneo.
La iniciativa de Al-Sisi tiene su principal respaldo en el presidente francés, François Hollande. Hoy será debatida por el Consejo de Seguridad, aunque no se espera que haya una resolución inmediata.
La brutal masacre, filmada y expuesta al mundo el domingo pasado, sumó a Egipto a la lista de países que enfrentan la maquinaria de muerte de ese grupo jihadista en Siria e Irak -donde ayer quemaron vivas a 45 personas- y luego exportada al país africano.
«No hay otra elección, teniendo en cuenta el acuerdo del pueblo y el gobierno libio y que ellos nos pidieron actuar«, dijo Al-Sisi a la radio francesa Europe 1 al ser consultado sobre su voluntad de pedir al Consejo de Seguridad que adopte una resolución para la intervención internacional.
«Debemos trabajar juntos para derrotar al terrorismo. Lo que está pasando en Libia va a convertir al país en un territorio que amenazará al conjunto de la región, no únicamente a Egipto, sino también a la cuenca mediterránea y a Europa», agregó el líder egipcio, que ayer ordenó siete incursiones aéreas en Libia de las que no se proporcionó información.
(RD/Agencias)