Usar los instrumentos del derecho internacional y de la diplomacia para resolver los conflictos en curso
Francisco invitó hoy a los participantes del Sínodo, que se celebra en el Vaticano, a orar por la reconciliación y la paz en Oriente Medio y también en África, e hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que ayude a resolver los conflictos en la región.
«Estamos dolorosamente afectados y seguimos con gran preocupación lo que está sucediendo en Siria, en Irak, en Jerusalén y en Cisjordania, donde asistimos a una escalada de violencia que afecta a civiles inocentes y continúa alimentando una crisis humana de enormes proporciones«, afirmó Jorge Bergoglio, según informó la Santa Sede en un comunicado.
«La guerra -añadió- trae consigo destrucción y multiplica el sufrimiento de la población. Esperanza y progreso se consiguen solo con la elección de la paz. Unámonos, por tanto, en una intensa y esperanzadora oración al Señor, una plegaria que intente ser al mismo tiempo una expresión de cercanía» con los ciudadanos de la región.
En su discurso, el papa Francisco hizo también un «llamamiento a la comunidad internacional para que encuentre el modo de ayudar de manera efectiva» a estos países en crisis y pidió que haga uso de «los instrumentos del derecho internacional y de la diplomacia para resolver los conflictos en curso».
Por último, solicitó a los presentes que extiendan también su oración «a aquellas zonas de África que están pasando por situaciones similares de conflicto».
La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos comenzó oficialmente el pasado 4 de octubre con la inauguración por parte del papa Francisco y se ocupará de abordar los «desafíos de las familias en el mundo actual» hasta el día 25.
Éstas fueron las palabras del Papa:
«Al reanudar, esta mañana, los trabajos de la Congregación general quisiera invitarlos a dedicar la oración de la Hora Tercia a la intención de la reconciliación y de la paz en Oriente Medio. Estamos dolorosamente afectados y seguimos con preocupación cuanto está sucediendo en Siria, en Iraq, en Jerusalén y en Cisjordania, donde asistimos a una escalada de violencia, que afecta a civiles inocentes y sigue alimentando una crisis humanitaria de proporciones enormes. La guerra lleva destrucción y multiplica los sufrimientos de las poblaciones. Las esperanzas y progresos llegan sólo con las opciones de paz. Unámonos, pues, en una intensa y confiada oración al Señor, una oración que quiere ser al mismo tiempo expresión de cercanía a los hermanos Patriarcas y Obispos aquí presentes, que provienen de aquella región, a sus sacerdotes y fieles, así como a todos aquellos que la habitan.
Dirijo asimismo, junto con el Sínodo, un apremiante llamamiento a la comunidad internacional, para que encuentre el modo de ayudar eficazmente a las partes interesadas a ampliar sus propios horizontes, más allá de los intereses inmediatos y a usar los instrumentos del derecho internacional y de la diplomacia para resolver los conflictos en curso.
Deseo en fin que extendamos nuestra oración también a aquellas zonas del continente africano que están viviendo análogas situaciones de conflicto. Por todos interceda María, Reina de la paz y amorosa Madre de sus hijos».
(RD/Agencias)