Hay necesidad de mucha valentía y mucha fuerza de ánimo para decir 'no' al odio y la venganza, y realizar gestos de paz. Recemos por esto
(Jesús Bastante).- La violencia en Tierra Santa, la tierra de Jesús, crece cada día. En su oración durante el Angelus -que hoy se llevó a cabo en la plaza de San Pedro, al término de la ceremonia de canonización-, Francisco reclamó a «gobernantes y ciudadanos la valentía de oponerse a la violencia y dar pasos concretos de distensión«.
«En el actual contexto de Oriente Medio es decisivo, más que nunca, que se haga la paz en Tierra Santa. Esto nos piden Dios y el bien de la Humanidad», subrayó Bergoglio, quien reconoció la «situación de gran tensión y violencia» entre judíos y palestinos, que ya ha causado varias muertes, ataques mutuos y actos de violencia, como el incendio en la tumba del patriarca José en Nablús.
«Hay necesidad de mucha valentía y mucha fuerza de ánimo para decir ‘no’ al odio y la venganza, y realizar gestos de paz. Recemos por esto», concluyó el Papa, quien saludó a todos «los que habéis venido a rendir homenaje a los nuevos santos», en especial a las delegaciones de Italia, Francia y España.
Palabras del Papa antes del rezo del Ángelus:
Queridos hermanos y hermanas,
Sigo con gran preocupación la situación de tensión y violencia que afecta la Tierra Santa. En este momento se necesita mucho coraje y mucha fortaleza de ánimo para decir no al odio y a la venganza y cumplir gestos de paz. Por esto rezamos, para que Dios refuerce en todos, gobernantes y ciudadanos, la valentía de oponerse a la violencia y de realizar pasos concretos de distensión. En el contexto actual de Oriente Medio es más que nunca decisivo que se haga la paz en la Tierra Santa: esto nos pide Dios y el bien de la humanidad.
Al final de esta celebración, deseo saludar a todos ustedes que han venido a rendir homenaje a los nuevos Santos, especialmente a las Delegaciones oficiales de Italia, España y Francia.
Saludo a los fieles de la diócesis de Lodi y Cremona, así como a las Hijas del Oratorio. Que el ejemplo de San Vicente Grossi sostenga el compromiso por la educación cristiana de las nuevas generaciones.
Saludo a los peregrinos que han venido de España, en particular de Sevilla, y a las Hermanas de la Compañía de la Cruz. Que el testimonio de Santa María de la Purísima nos ayude a vivir la solidaridad y cercanía con los más necesitados.
Saludo a los fieles provenientes de Francia, sobre todo de Bayeux, Lisieux y Sées: a la intercesión de los santos esposos Luis Martin y Maria Celia Guérin encomendamos las alegrías, las esperanzas y las dificultades de las familias francesas y de todo el mundo.
Agradezco a los señores Cardenales, a los Obispos, sacerdotes, personas consagradas, así como a las familias, los grupos religiosos y asociaciones.
Y ahora nos dirigimos con amor filial a la Virgen María. Ángelus domini…