Bartolomé I, un merecido reconocimiento del compromiso en la promoción de la cultura de la unidad
(Vis).- El cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, ha enviado en nombre del Santo Padre un telegrama de pésame al arzobispo Ghaleb Bader, nuncio apostólico en Pakistán con motivo del terremoto ocurrido ayer en ese país y en Afganistán en el que han fallecido hasta ahora 340 personas.
»Su Santidad el Papa Francisco, se ha entristecido profundamente al tener noticia de la trágica pérdida de vidas en Afganistán y Pakistán como resultado del terremoto en esa región- dice el texto-.
Expresa su profunda solidaridad con todos los afectados por este desastre y asegura su oración por los muertos, al igual que por los heridos y los que siguen desaparecidos. Sobre todos los que lloran la pérdida de sus seres queridos, así como sobre las autoridades civiles y el personal de emergencia que interviene en la labor de socorro, el Papa Francisco invoca las bendiciones divinas del consuelo y la fortaleza».
El Papa Francisco ha enviado también un mensaje al cardenal arzobispo de Florencia Giuseppe Bettori, Gran Canciller del Instituto Universario »Sophia» de Loppiano (Italia) con motivo de la concesión del Doctorado «honoris causa» a Su Santidad Bartolomé I Patriarca Ecuménico de Constantinopla.
El Santo Padre saluda a todos los presentes, manifestándoles su cercanía y dirige »un recuerdo particular al amado hermano Bartolomé a quien renuevo -escribe- mis sentimientos de viva estima y de sentido aprecio, alegrándome de esta iniciativa que, además de ser un merecido reconocimiento de su compromiso en la promoción de la cultura de la unidad contribuye favorablemente al camino común de nuestras iglesias hacia la unidad plena y visible a la que tendemos con dedicación y perseverancia».
»Espero que el Instituto Universario »Sophia» siguiendo el carisma propio del Movimiento de los Focolares y abierto a la acción del Espíritu continue siendo un lugar de encuentro y de diálogo entre culturas y religiones diversas. Aseguro mi oración y mi cercanía y, mientras pido que recéis por mí, envío a todos los presents mi bendición», finaliza el Pontífice.