La Iglesia es un mastodonte. La Curia no rema como Francisco quiere: rema en contra. El Papa es muy amigo de la transparencia mediática para presionar a los obispos a hacer lo que deben
«Publíquelo, publíquelo», le dijo Francisco al periodista y teólogo José Manuel Vidal durante una audiencia el 15 de septiembre en Santa Marta. Con indignación en la mirada, el Papa le suplicó que difunda el dossier sobre los abusos sexuales, laborales y psicológicos ejercidos por sacerdotes de la Comunidad Misionera de San Pablo Apóstol, una orden catalana con presencia en España, Bolivia, Colombia, Estados Unidos y Africa. Lo entrevista Leandro Darío en Perfil.
Así fue cómo el director del portal Religión Digital divulgó el calvario de «Paulino», uno de los seminaristas abusados. «Fui esclavo laboral y sexual de una secta católica de depravados, encubiertos por algunos jerarcas de la Iglesia», denunció el joven de 36 años. Pasó cinco años atrapado por las garras de Francisco Andreo, el líder de la orden, que falleció en 2013. «Nos obligaban a saludarnos siempre con besos y a estar desnudos en las habitaciones. Nos aleccionaban y nos daban clases de moral sexual. Decían que la vida sexual activa es algo que Dios quiere. Lo mismo que estar desnudos, porque desnudos nos creó», explicó sobre su estadía en misiones en Milwaukee y Kenia.
En diálogo con PERFIL, Vidal denunció que Paulino fue amenazado con «correos anónimos» y pidió que el Papa lo llame por teléfono, porque «sólo él le ofrece confianza y credibilidad».
-¿Cómo fue su encuentro con Francisco, en el que le entregó las denuncias?
-Fue muy corto, después de una misa. Me dio la sensación de que conocía el tema, al menos de oídas. Me observó fijamente y cambió por completo su semblante. Me pareció que estaba viendo al Jesús que entra al templo con el látigo. Está harto de que la limpieza en la Iglesia no vaya al ritmo que él quiere.
-¿Esperaba usted algo más de Francisco? ¿Sabe si actuó contra la orden?
-Me atrevería a pedirle que llame por teléfono a Paulino para darle misericordia pastoral. Algo que no hizo la jerarquía ni los dicasterios por los que ya ha pasado el caso. Esta es una organización creada para delinquir y abusar en todos los niveles, tanto físico como sexual y psicológico. Es una conducta repetida durante años. Hay que pararlo ya.
-¿Observa algún cambio de Francisco en la lucha contra la pedofilia con respecto a papados anteriores?
-Por parte del Papa, sí. Pero la Iglesia es un mastodonte. La Curia no rema como Francisco quiere: rema en contra. El Papa es muy amigo de la transparencia mediática para presionar a los obispos a hacer lo que deben. Los eclesiásticos les tienen más miedo a los medios que al infierno. Por eso, él nos pide que publiquemos estas cosas. Que se les caiga la cara de vergüenza.