Una buena educación católica es aquella que "transmite una cultura que integre, no ideológica", y que "favorezca la armonía de la diversidad"
El papa Francisco afirmó hoy que «construir puentes» es el «desafío más noble» y apostó por la unidad frente a la división y por fomentar la «armonía cuando parece que se impone la lógica de la exclusión y de la marginación».
Jorge Bergoglio realizó estas reflexiones durante una audiencia que mantuvo en el Vaticano con miembros de la Asociación de Padres de Escuelas Católicas (AGESC), informó la Santa Sede en un comunicado.
«Construir puentes: no hay desafío más noble. Construir uniones donde avanza la división, generar armonía cuando parece que se impone la lógica de la exclusión y de la marginación», sostuvo según informó la Santa Sede en un comunicado.
Francisco, que el próximo 8 de diciembre cumplirá 1.000 días como pontífice, defendió «la importancia de promover una educación en plenitud de la humanidad, porque hablar de educación católica es hablar de ser humano, de humanismo«.
Además citó a San Juan Pablo II cuando en 1998 remarcó la necesidad de «crear puentes entre escuela y sociedad», e insistió en el deber de los padres católicos de dar a sus hijos «una educación integral y abierta a los valores del humanismo y el cristianismo».
A juicio de Bergoglio, una buena educación católica es aquella que «transmite una cultura que integre, no ideológica», y que «favorezca la armonía de la diversidad».
Éste es el resumen de RV:
Promover la educación católica: a la plenitud de la humanidad, inclusiva, integral, no ideológica, abierta a los auténticos valores humanos y cristianos, que favorezca la armonía de las diversidades, fueron algunas de las exhortaciones del Papa Francisco, con su cordial bienvenida a la Asociación italiana de padres de familia de las escuelas católicas, en el cuarenta aniversario de su fundación.
Evocando a su amado predecesor, San Juan Pablo II, el Papa Francisco reiteró la importancia del ‘puente’ que debe haber entre escuela y sociedad y animó asimismo a los papás y mamás a perseverar en «su deber y derecho primario e irrenunciable de educar a sus hijos, ayudando en este sentido de forma positiva y constante al compromiso de las escuelas». Sin descartar a los abuelos, que son la memoria viva del pueblo y sin baratear nunca los valores humanos y cristianos, siendo testimonio de ellos en la familia, en la escuela y en la sociedad. Desafío nada fácil, dijo el Obispo de Roma, añadiendo que, «sin embargo, gracias a Dios, hay – en Italia y en el mundo – tantas experiencias positivas que se pueden conocer y compartir».
«Es el desafío que tienen aún hoy ante ustedes. Vuestra Asociación se pone al servicio de la escuela y de la familia, contribuyendo a la delicada tarea de construir puentes entre escuela y territorio, entre escuela y familia, entre escuela e instituciones civiles. Volver a poner en marcha el «pacto educativo», porque el «pacto educativo» se ha estropeado, se ha roto y debemos reanudarlo.
¡Construir puentes: no hay desafío más noble! Construir unión donde avanza la división, generar armonía cuando parece que prevalece la lógica de la exclusión y de la marginación.
Como asociación eclesial, ustedes toman del corazón mismo de la Iglesia, la abundancia de la misericordia, que hace de vuestra labor un servicio cotidiano a los demás».
(RD/Agencias)