No se trata de juzgar a la gente de acuerdo al cumplimiento de las normas de la Iglesia sino de ayudarlas porque detrás de cada situación hay un drama humano
(RV).- Con ocasión de la reciente publicación de la Exhortación apostólica post sinodal Amoris Laetitia, la alegría del amor, en Radio Vaticano conversamos con el padre Miguel Yáñez SJ, director del departamento de Teología Moral de la Universidad Gregoriana de Roma. Asegura que el documento papal se basa en el criterio de la apertura y tiene una visión positiva de la sexualidad.
¿Qué aspectos le gustaría destacar de Amoris Laetitia, la alegría del amor?
En primer lugar, realista: hay una visión realista y concreta de la familia, de la realidad familiar tal como se presenta hoy día con el deseo de acompañarla y de curarla. En segundo lugar, pastoral: es un documento que trata de abrir vías pastorales para acompañar mejor a las familias de hoy día. En tercer lugar, trata de comenzar procesos… no tratamos tanto de encontrar recetas, que son puntuales, sino de procesos que puedan integrar mejor a aquellos que están alejados o en situaciones de no total integración.
El lenguaje que usa es admirable, podríamos decir que es fruto de la escucha del pueblo de Dios, y entrega al pueblo de Dios un texto muy rico desde el punto de vista antropológico, espiritual, teológico y pastoral en un lenguaje que la gente puede entender… Tiene una visión positiva de la sexualidad y del amor conyugal incluso de aquellas situaciones que no son perfectas donde aplica la cuestión de las semillas del verbo diciendo que aún allí podemos ver aspectos positivos, valores.
Se conecta con la eclesiología de Evangelii Gaudium especialmente de una Iglesia sinodal, por lo tanto es el fruto maduro de un camino sinodal, compuesto de dos sínodos, como todos sabemos el extraordinario y el ordinario, que el Papa recoge y relanza a través de esta Exhortación apostólica post sinodal.
¿Cómo se coloca la Amoris Laetitia dentro del Magisterio del Papa Francisco?
Vemos una coherencia admirable porque hay una serie de aspectos de los cuales Amoris Laetitia los recoge y los profundiza. El primer aspecto es la eclesiología: una Iglesia en salida que va al encuentro a los hombres y mujeres de hoy concretos con un gran sentido de realismo… el Papa Francisco claramente dice no queremos tratar una familia ideal, que se presta a una ideología, sino de una familia real y el concepto que usa prevalentemente para hablar de la familia es la familia herida y esto se conecta perfectamente con la Iglesia hospital de campo que tiene que ir al encuentro justamente de los heridos después de una batalla… Acá no se trata de juzgar a la gente de acuerdo al cumplimiento de las normas de la Iglesia sino de ayudarlas porque detrás de cada situación hay un drama humano.
¿Qué similitudes encuentra con la Familiaris Consortio?
Familiaris Consortio recoge la teología de Juan Pablo II del cuerpo humano sobre el matrimonio también de Humanae Vitae. Francisco recoge toda esta herencia del magisterio conciliar y post conciliar con la característica de Francisco: viéndolo desde la perspectiva pastoral y en función de una pastoral.
Entonces por ejemplo, el discernimiento, que es una de las claves de interpretación del documento, que ya Familiaris Consortio hace en el número 84, Francisco lo prolonga, tratando de ver en qué modo se pueden aplicar algunas normas en los casos que son llamados irregulares. De tal manera que dando un criterio, que es el de integración, pueda integrarse la mayor cantidad de gente y de situaciones posibles dentro de la Iglesia.
¿Cómo propone la Amoris Laetitia el tema del acompañamiento pastoral?
Esta es una de las novedades de Amoris Laetitia. Tratar de acercarse a todas las situaciones, acá nadie queda excluido, no hace falta que el Papa indique cada una de las situaciones, él lo dice claramente, la Iglesia es la casa paterna donde hay lugar para todos, por lo tanto nadie tiene que quedar excluido.
Ahora, cuál es el criterio de inclusión, porque tampoco se abre la puerta indiscriminadamente a todos. El criterio es la búsqueda de Dios, el criterio es el deseo de conversión…
¿Qué luces aporta el documento acerca del discernimiento?
El documento aporta luces y aporta sobre todo desafíos. Aporta una llamada a la responsabilidad, hay frases muy fuertes respecto de los ministros… para que puedan llevar adelante este deseo del Papa que nos invita a una Iglesia concretamente en salida. Justamente el criterio es el de la apertura, el criterio es de la comprensión, el de la misericordia. Misericordia significa saber comprender al otro, no juzgarlo sino comprender la situación en la cual se encuentra, aunque sea una situación de pecado. Dios nos mira no con una mirada discriminante sino con una mirada compasiva. Los pastores tenemos que aprender de esa mirada de Jesús.
¿En qué consistió el evento en la Universidad Gregoriana sobre la Exhortación Amoris Laetitia?
Fue una presentación de la Exhortación apostólica post sinodal del Papa Francisco que estábamos esperando hace tiempo, porque yo coordino un grupo interdisciplinar que hace más de dos años nos venimos reuniendo para estudiar y profundizar en el tema del matrimonio y de la familia con ocasión de los sínodos previos a esta Exhortación apostólica. Queríamos presentar el documento y esto es un paso más dentro de una dinámica de estudio del tema que, entre otras cosas, estamos ofreciendo también un diploma en pastoral familiar y además queremos también hacer un simposio el 7 y el 8 de octubre para profundizar en este tema.
