Animó a los finalistas a dar ejemplo con "cualidades humanas" que hacen a los "auténticos valores del deporte como solidaridad, amistad y perdón". Los alertó de su responsabilidad porque "llaman la atención" de hinchas y jóvenes
El papa Francisco recibió en audiencia a los futbolistas de Juventus y Milan, en vísperas de la final de la Copa Italia que se disputará mañana por la noche en el Estadio Olímpico de Roma, y los instó a ser «campeones en el deporte, pero sobre todo campeones en la vida«.
En la audiencia con Francisco estuvieron también los dirigentes de la Liga Nacional profesionales de primera división, encabezados por su presidente Maurizio Beretta.
«Su presencia -dijo Jorge Bergoglio a los futbolistas- me ofrece la oportunidad de expresar mi aprecio por las dotes profesionales y las bellas tradiciones que caracterizan a sus sociedades deportivas y al ambiente del fútbol en general«.
«Pienso en tantos hinchas, especialmente jóvenes, que los siguen con simpatía. Ustedes llaman la atención de estas personas, que los admiran y por ello son llamados a comportarse de modo que siempre puedan percibir en ustedes las cualidades humanas de atletas comprometidos a testimoniar los auténticos valores del deporte», agregó.
«El éxito de un equipo -subrayó Francisco- es el resultado de una multiplicidad de virtudes humanas: la armonía, la lealtad, la capacidad de amistad y de diálogo, la solidaridad; se trata de los valores espirituales que se convierten en valores deportivos». «Ejerciendo estas cualidades morales, ustedes pueden hacer resaltar más aun la verdadera finalidad del mundo del deporte, marcado a veces también por fenómenos negativos», explicó. Se trata «simplemente de demostrar que cada uno de ustedes, antes de ser un futbolista, es una persona, con sus límites y sus virtudes, pero sobre todo con la propia conciencia, que espera esté siempre iluminada también por la relación con Dios. Que nunca falta entre ustedes el gusto de la fraternidad, el respeto recíproco, la comprensión y también el perdón».
«Hagan de modo -fue el llamado del Papa- que el hombre siempre esté en armonía con el atleta. Sean campeones del deporte, pero sobre todo campeones de la vida«, concluyó el pontífice. Por su parte Beretta explicó que el fútbol va más allá de las distinciones de raza, religión y cultura, y por eso puede ser considerado «un gran alfabeto común», capaz de promover los valores de respeto al otro o de la lealtad.
(RD/Ansa)