Mientras que la pobreza puede ser relativa, la pobreza extrema es una condición absoluta. Los más pobres son los mismos en todas partes: personas sin hogar, hambrientos y que no tienen ningún ingreso
(FAO).- La Madre Teresa de Calcuta, que dedicó su vida a ayudar a los más pobres de entre los pobres, se erige como fuente de inspiración para que todos trabajemos juntos en erradicar el hambre y la pobreza en el mundo, aseguró el Papa Francisco al Director General de la FAO, José Graziano da Silva y a la Directora Ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin, con los que mantuvo ayer una breve encuentro privado.
«Francisco nos instó a continuar una valiosa labor y como firme defensor de la lucha contra el hambre y la desnutrición, reiteró su plena disposición a ayudar», señaló Graziano da Silva. «Santa Teresa de Calcuta -dijo-nos ha enseñado varias lecciones. Mientras que la pobreza puede ser relativa, la pobreza extrema es una condición absoluta. Los más pobres son los mismos en todas partes: personas sin hogar, hambrientos y que no tienen ningún ingreso».
El máximo responsable de la Iglesia Católica, el primero que proviene de América Latina, ha fustigado sistemáticamente el hambre y la pobreza como un flagelo innecesario. En una misa a la que asistieron 100 000 personas el domingo en el Vaticano, Francisco canonizó a la madre Teresa, que nació en el seno de una familia albano-kosovar en lo que entonces era el Imperio Otomano. Según recordó el Santo Padre, la nueva Santa había hecho avergonzarse a los líderes mundiales por el «crimen de la pobreza» que ellos mismos habían causado.
«En casi todos los discursos, el Papa pide al mundo que se alimente al hambriento» subrayó Cousin. Además de elogiar al personal del PMA por su valor a la hora de trabajar en circunstancias adversas y a menudo muy duras por todo el mundo, añadió que: «su voz ayuda a asegurar que el mundo da prioridad al desafío mundial de luchar contra el hambre y la malnutrición».