¿Qué hay que tener para cubrir, como periodista, las religiones del mundo? Esa ha sido la temática de la primera mesa redonda que ha tenido lugar esta mañana en la Universidad Santa Croce
(Cameron Doody, enviado especial a Roma).- ¿Qué hay que tener para cubrir, como periodista, las religiones del mundo? Esa ha sido la temática de la primera mesa redonda que ha tenido lugar esta mañana en la Universidad Santa Croce en el marco del evento para corresponsales de religión de habla inglesa, «The Church Up Close».
La conferencia ha tenido como invitados a Courtney C. Walsh, de Fox News, por un lado, y por otro dos de los periodistas del catolicismo más importantes en el mundo anglosajón: John L. Allen y Inés San Martín, ambos del portal de internet Crux. Los tres han reflexionado sobre los retos a los que se enfrentan los reporteros del ámbito religioso en general y especialmente el católico, entre la indiferencia, el malentendimiento intencionado o directamente la hostilidad de los consumidores de noticias no creyentes.
Allen, en especial, llegó a Roma hace veinte años con el deseo de cubrir el Vaticano como la prensa estadounidense cubre la Casa Blanca: estar en todas las convocatorias de prensa, analizar todas las publicaciones, las comunicaciones y informarse por los actores más importantes de esta escena.
Y mucho de lo que han hablado estos tres especialistas en temática religiosa ha versado sobre los fundamentos del periodismo como generalmente se practica -hablar el idioma, tener contactos, tomar las molestias de entender el argot- si bien ya aplicados a ese ambiente tan peculiar, o tan extraño, como es el Vaticano. La energía que rebosan los tres ha sido infecciosa, y demuestra que -sobre todo en la edad de Francisco- sí importan para nuestro mundo el catolicismo, y la religión más ampliamente.
San Martín -argentina por nacimiento, pero afincada ya en Roma- nos ha hecho reír a los asistentes a la mesa redonda al comentar que, a no ser nativa ni en italiano ni en español (pues afirma hablar porteño), «entiende perfectamente» las declaraciones espontáneas del Papa Francisco. La verdad es que, aunque nos cause dolores de cabeza, este papa sigue dando qué hablar: por eso, como ha bromeado Allen, los corresponsales de religión debemos arrodillarnos ante Dios y celebrar que nos ha dado la «noticia».