"Este encuentro es muy importante, y ayudé a organizarlo", aseguró el empresario Luca Cordero di Montezemolo
El Papa Francisco recibió este jueves al príncipe heredero de Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed Al Nahyan, y dijo que la paz es su «vocación», meses después de que el rico reino petrolero decidiera poner fin a su participación en una sangrienta intervención militar en Yemen.
En una audiencia privada de 38 minutos en el Palacio Apostólico, el pontífice dialogó con Al Nahyan, príncipe heredero del emirato de Abu Dhabi y vicecomandante supremo de las Fuerzas Armadas de la federación de emiratos que forman el país del Golfo Pérsico, y le manifestó su compromiso por la paz.
El príncipe llegó al Vaticano acompañado por 10 personas, entre ellas Luca Cordero di Montezemolo, el presidente de Alitalia, aerolínea propiedad en un 49% de la árabe Etihad.
«Este encuentro es muy importante, y ayudé a organizarlo», aseguró el empresario a periodistas antes de ingresar a la reunión.
Durante su visita al Vaticano el jeque también se reunió con el cardenal Pietro Parolin, el Secretario del Estado de la Santa Sede, y fue testigo de la firma de un memorándum de entendimiento sobre la exención mutua de requerimientos de visados para portadores de pasaportes diplomáticos de los Emiratos y el Vaticano.
Tras el encuentro, el príncipe le obsequió al Santo Padre una alfombra hecha en Afganistán por una empresa de su hija, que de manera «caritativa», explicó, da trabajo a mujeres afganas en su país. A su vez, el pontífice le regaló al jeque una medalla en que figuraba un «árbol por la paz», como muestra de su nuevo compromiso de trabajar para mejorar las relaciones bilaterales y colaborar en asuntos de interés mutuo.
Emiratos Árabes Unidos participó durante meses de la campaña de ataques aéreos y terrestres contra rebeldes chiitas en Yemen, un país del sur de la península arábiga, encabezada por Arabia Saudita, hasta que a principios de este año Al Nahyan ordenó retirar las fuerzas emiratíes desplegadas sobre el terreno.
Se trató de la primera vez que Emiratos movilizó tropas de combate fuera de sus fronteras, y el costo humano fue significativo.
Alrededor de 80 soldados emiratíes murieron en Yemen mientras duró su participación en la ofensiva, iniciada en marzo de 2015.
Al menos 52 de los soldados murieron en un solo ataque, después del impacto de un misil enemigo en septiembre pasado, una noticia que causó gran conmoción en la nación. (RD/Télam)