El momento más emotivo fue su oración, silenciosa y apartada, en la "zona roja" de Amatrice, así como su visita a los miles de personas que siguen viviendo en los campamentos
(J. Bastante).- El 2 de febrero del año próximo, la Santa Sede procederá a un sorteo. La «Lotería de beneficencia para las obras de caridad del Papa» otorgará tres premios; un Opel Karl, una bicicleta, y una pluma MontBlanc. Pero, sin duda, los principales galardonados serán las víctimas del brutal terremoto que el pasado mes de agosto asoló el centro de Italia, y los sin techo de Roma.
El Papa Francisco ha determinado que la recaudación íntegra del sorteo se divida entre a los damnificados de Amatrice y el resto de localidades del Lazio, arrasadas por un seísmo que dejó 296 muertos, centenares de heridos y miles de personas sin hogar; y los sin techo de la Ciudad Eterna.
Según anunció el Governatore Vaticano, la «lotería del Papa» coincide «con el fin del Año Jubilar de la Misericordia y la festividad de Navidad, período particularmente propicio para un gesto de solidaridad y de compartir».
En las próximas semanas, se podrán comprar boletos a diez euros en distintos puntos de la geografía vaticana, como la Farmacia, la Oficina de Correos, el servicio de teléfonos, el supermercado o los Museos Vaticanos. Por primera vez, también se podrán reservar billetes en la web www.vaticanstate.va.
El pasado 4 de octubre, y por sorpresa, el Papa Francisco se dirigió al epicentro del terremoto, donde pasó todo el día charlando con los alumnos, familiares de las víctimas o visitando a los ancianos de las residencias de la zona. El momento más emotivo fue su oración, silenciosa y apartada, en la «zona roja» de Amatrice, así como su visita a los miles de personas que siguen viviendo en los campamentos, y a los que aseguró su cercanía y oración.
La ayuda a los sin techo, por su lado, forma parte de la predisposición de Bergoglio hacia las personas sin hogar que malviven en los alrededores del Vaticano. Como se recordará, la Limosnería Vaticana abrió recientemente un servicio de duchas, un comedor y un albergue al pie de la columnata de Bernini.