Los cristianos de Oriente Medio nos recuerdan que "al centro de nuestra fe está siempre la presencia de Jesús que nos invita, aun en las adversidades, a no cansarnos de vivir su mensaje de amor"
(C. Doody/RV).- El Papa Francisco no se olvida de los cristianos de Oriente Medio. En una audiencia con el Patriarca Catholicos de la Iglesia Asiria de Oriente, Mar Gewargis III, el pontífice no solo denunció la «violencia terrible» que viven estos «hermanos», sino que puso su ejemplo –«siguiendo con mansedumbre las huellas de Jesús»– como modelo a seguir para la Iglesia entera.
Este encuentro de oración entre Francisco y Mar Gewargis III la manaña de este jueves «invoca el don de la paz por lo que está sucediendo en Oriente Medio», explicó el Papa. Los dos cabezas de sus respectivas Iglesias mantuvieron una reunión privada antes de proceder a un momento de rezo conjunto en la Capilla Redemptoris Mater.
Francisco manifestó consternación por lo que continúa sucediendo en Oriente Medio, especialmente en Siria e Iraq donde, puntualizó, los que sufren la «violencia terrible de sanguinarios conflictos» que «ningún motivo puede justificar» son miles de niños mujeres y hombres inocentes.
Allí, dijo el Papa, «nuestros hermanos y hermanas cristianos, además de diversas minorías religiosas y étnicas, están lamentablemente acostumbrados a sufrir grandes pruebas».
El Papa ha implorado el fin de «tanto dolor» y ha evidenciado cómo estos cristianos recorren el camino de la cruz, «siguiendo con mansedumbre las huellas de Jesús».
«Estos hermanos son modelos que nos exhortan en toda circunstancia a permanecer con el Señor», explicó el Santo Padre, e indican que «al centro de nuestra fe está siempre la presencia de Jesús que nos invita, aun en las adversidades, a no cansarnos de vivir su mensaje de amor, de reconciliación y de perdón». Francisco expresó gratitud a estos hermanos porque «nos empujan a seguir el camino de Jesús para derrotar la enemistad».
El Pontífice se refirió además a los «sólidos vínculos fraternos» que subsisten entre las dos Iglesias.
Francisco recordó la Declaración Cristológica Común firmada por el Papa Juan Pablo II y el Patriarca Catholicos Mar Dinkha IV y constató cómo esta «meta histórica» ha abierto el camino de la peregrinación común hacia la «plena comunión»: «camino que tengo», dijo Francisco, «intención de proseguir». El Papa confirmó de esta forma el compromiso de la Iglesia Católica «para que el dialogo pueda avanzar».
A este respecto el Santo Padre expresó su deseo de que «la Comisión conjunta para el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Asiria de Oriente pueda ayudarnos a allanar el camino».
El obispo de Roma manifestó asimismo su esperanza de que esta cercanía entre las dos Iglesias sea «levadura de unidad». porque «estamos llamados a obrar juntos en la caridad dondequiera sea posible, para que el amor indique el camino de la comunión».
«Nos hará también bien renovar la memoria común de nuestra actividad evangelizadora», aseveró Francisco, y en este sentido recordó que los grandes evangelizadores de entonces, santos y mártires de cada tiempo, «nos exhortan y nos acompañan ahora a abrir juntos caminos fecundos de comunión y de testimonio».