El único Hijo invita a cada creyente a elegir el camino de la luz y la vida. Este es el significado profundo de su venida entre nosotros
(Cameron Doody).- «Hoy hay más mártires de los que había en los primeros siglos». En el Ángelus de la fiesta de San Esteban, protomártir de la Iglesia, el Papa Francisco ha denunciado la persecución que sufren actualmente tantos cristianos alrededor del mundo: en sus palabras, la más dramática de todos los tiempos. Ha recordado también a las víctimas del siniestro aéreo en Rusia que se saldó con 92 muertes.
Algunas frases de la catequesis del Papa:
La alegría de la Navidad también llena nuestros corazones hoy
San Esteban, el primer mártir nos invita a recoger el testimonio que a través de su sacrificio nos ha dejado
Es el testimonio glorioso de su martirio cristiano sufrido por el amor de Jesucristo
El martirio sigue estando presente en la historia de la Iglesia, desde San Esteban hasta nuestros días
En el Evangelio de hoy Jesús avisa a sus discípulos del rechazo y la persecución que encontrarán. Él dice: «Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre»
El mundo aborrece a los cristianos por la misma razón que odiaba a Jesús, porque Él trajo la luz de Dios y el mundo prefiere la oscuridad para ocultar sus malas obras
Hay oposición entre la mentalidad del Evangelio y de la mentalidad mundana
Seguir a Jesús significa seguir a su luz, que se ilumina en la noche de Navidad, y deja la oscuridad del mundo
El primer mártir Esteban, lleno del Espíritu Santo, fue lapidado porque él confesó su fe en Jesucristo, el Hijo de Dios
El único Hijo invita a cada creyente a elegir el camino de la luz y la vida. Este es el significado profundo de su venida entre nosotros
Esteban eligió a Cristo, a la Vida y a la luz para cada hombre. Al elegir la verdad, se convirtió al mismo tiempo en la víctima del misterio del mal presente en el mundo
También hoy la Iglesia, para dar testimonio de la luz y la verdad, experimenta una severa persecución en diferentes lugares, hasta la prueba suprema del martirio
¡Cuántos de nuestros hermanos y hermanas en la fe sufren abuso, violencia, y son odiados por causa de Jesús!
Hoy pensamos en ellos, en aquellos que sufren persecución, y estamos cerca de ellos con nuestro afecto, nuestra oración y nuestros gritos
Dan testimonio de coraje, de que pertenecen a Cristo y de un compromiso de vivir el Evangelio, haciendo el bien a todos, sin distinción. Dan testimonio de la caridad en la verdad
Haciendo un espacio dentro de nuestro corazón al Hijo de Dios que se nos da en Navidad, renovamos la disposición alegre y valiente a seguirlo fielmente como la única guía, perseveramos en vivir de acuerdo con la mentalidad del Evangelio y rechazamos la mentalidad de los gobernantes de este mundo
Algunas frases de su saludo:
En el clima de la alegría cristiana que emana del nacimiento de Jesús, saludo a todos y doy gracias por su presencia
A todos ustedes que han venido de Italia y de diferentes naciones, renuevo mis mejores deseos de paz y serenidad
Son días de alegría y hermandad
¡Saludos a todas las personas nombradas Esteban y Estefanía!
En las últimas semanas he recibido muchas tarjetas de Navidad de todo el mundo. Lamento no poder responder a cada una. Hoy les expreso mi más sincero agradecimiento a todos, sobre todo por el don de la oración
Que el Señor le recompensa con su generosidad!
Buena fiesta! Por favor, no se olvide de rezar por mí
Texto completo en castellano:
Con motivo de la fiesta litúrgica de San Esteban, la Plaza de San Pedro volvió a acoger a varios miles de fieles y peregrinos de numerosos países para un nuevo encuentro con el Papa Francisco a la hora del Ángelus.
Ante todo el Santo Padre afirmó que la alegría de la Navidad también en esta ocasión colma nuestros corazones, mientras la liturgia invita a celebrar el martirio del primer mártir, quien con su sacrificio – dijo – nos ha dejado un testimonio glorioso, puesto que padeció por amor a Jesucristo. Martirio que – añadió – sigue estando presente en la historia de la Iglesia a partir de Esteban y hasta nuestros días.
El Papa Bergoglio se refirió a la contraposición que existe entre la mentalidad del Evangelio y la mentalidad mundana. Y reafirmó que «seguir a Jesús quiere decir seguir su luz, que se ha encendido en la noche de Belén, y abandonar las tinieblas del mundo».
Del diácono Esteban protomártir el Obispo de Roma destacó obedeciendo al Señor, que es vida y luz para todo hombre, él mismo se convirtió en víctima del misterio de la iniquidad presente en la tierra, si bien ha vencido en Cristo.
De la misma manera – prosiguió Francisco – también hoy la Iglesia, para testimoniar la luz y la verdad de Jesús experimenta en tantos lugares duras persecuciones hasta la suprema prueba del martirio. Y dirigió su pensamiento de padre a los numerosos hermanos y hermanas que en la fe padecen atropellos y violencia, y que son odiados a causa de Jesús. Por esta razón, el Pontífice invitó a pensar en ellos a sentirlos cerca con nuestro afecto, nuestra oración y también con nuestro llanto.
Sí, porque a pesar de las pruebas y de los peligros – dijo el Papa – ellos testimonian con valor su pertenencia a Cristo y viven el Evangelio comprometiéndose en favor de los últimos, haciendo el bien a todos sin distinción y testimoniando la caridad en la verdad.
Francisco sugirió renovar la gozosa y valerosa voluntad de seguir fielmente al Hijo de Dios, viviendo con perseverancia según la mentalidad evangélica y rechazando la de los dominadores de este mundo. Y concluyó dirigiendo su oración a María Santísima, Reina de los mártires, para que nos guíe y sostenga en nuestro camino de seguimiento de Jesucristo – testigo fiel de Dios Padre – a quien contemplamos en la gruta del pesebre.
Después de rezar a la Madre de Dios, en el clima de alegría cristiana que promana de la Navidad, el Santo Padre saludó y agradeció la presencia de tantos fieles, romanos y peregrinos procedentes de diversas naciones, para renovarles sus deseos de paz y serenidad.
El Papa les deseó a todos ellos y a sus familias, que transcurran días de alegría y fraternidad, especialmente a quienes se llama Esteban o Estefanía.
También recordó que durante las últimas semanas recibió numerosos mensajes de todo el mundo, y dado que no es posible responder a cada uno, el Obispo de Roma expresó en esta ocasión su agradecimiento de corazón, especialmente – dijo – «por el don de la oración», y por quienes pidió que el Señor les recompense con su generosidad.
¡Feliz fiesta! – concluyó diciendo Francisco – y «por favor – añadió – no se olviden de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta la vista».