La elección del sucesor del Gran Maestre tendrá lugar dentro de los próximos tres meses, como se prevé en la Constitución de la Orden de Malta
(Jesús Bastante).- «Nuestra lealtad al Santo Padre es irrevocable e indiscutible«. Después de casi dos meses de rebelión, la Orden de Malta reafirmó su obediencia al Papa, y anunció su voluntad de colaborar con el delegado pontificio que ayudará a acabar con la crisis y que, posiblemente, concluya con la marcha del polémico cardenal Burke.
En una rueda de prensa, el Gran Canciller, Albrecht Boeselager, oficializó la vuelta a la normalidad de la Orden de Malta tras los sucesos que acabaron con su destitución y provocaron la intervención de la Santa Sede y la marcha del Gran Maestre, Festing. «No podemos predecir ni hacer comentarios sobre el futuro del cardenal Burke. Sabemos que el Santo Padre anunció en una carta su intención de nombrar a un delegado especial«, se limitó a subrayar Boeselager, quien no quiso, al menos en público, ofrecer pistas sobre la posible marcha del purpurado ultraconservador.
Sí quiso, en nombre de la Orden, agradecer al Papa «su guía y ayuda en la crisis de gobierno» de la organización. «El Vaticano no ha interferido en nuestra soberanía» subrayó, apuntando que la intención del Papa ha sido «no la de debilitar, sino la de reforzar nuestra misión para el futuro».
Así, la Orden de Malta ha agradecido la «rapidez» de la comisión papal a la hora de presentar su informe, y ha lamentado las «alegacions infundadas y sin base» que provocaron el conflicto y que se referían a una supuesta entrega de preservativos en Myanmar, algo que Boeselager siempre ha negado.
«No vamos a dejar que las recientes distracciones en el gobierno de la Orden obstaculicen nuestro trabajo humanitario, médico y social», subrayó Dominque de La Rochefoucauld, Gran Hospitalario, quien animó a centrar los esfuerzos en la ayuda a los más necesitados, especialmente en Siria y Oriente Medio.
Respecto al futuro, la primera prioridad el gobierno de la Orden, resaltó en una nota, es el refuerzo de la red diplomática y del alcance de acción de los actuales programas de la Orden. El gobierno de la Orden permanecerá centrado en la cooperación y coordinación con el ACNUR, la misión de la ONU en Libia, la misión naval SOPHIA en el Mediterráneo y la OIM (Organización Internación para las Migraciones).
«El gobierno está actualmente evaluando la evolución de la situación en Siria y está preparado para incrementar su compromiso local del lado de las personas necesitadas en cuanto sea posible», se lee en el comunicado. Uno de los equipos médicos está actualmente involucrado en una importante misión de formación a bordo del barco San Giorgio, parte de la operación Sophia en el Mediterráneo. El objetivo es formar a los guardacostas de Libia y a los miembros de la marina libanesa en las operaciones de «búsqueda y rescate» en alta mar.
La actividad humanitaria de la Orden de Malta se lleva a cabo en 120 países alrededor del mundo. El trabajo de los cerca de 100.000 personas – entre equipo, voluntarios y personal médico «continúa siendo insuperable», añade la nota.
«Estamos alarmados y preocupados por la proliferación de posiciones discriminatorias hacia los inmigrantes, no solo, basadas en su nacionalidad. La Historia nos ha dado ya muchos ejemplos que muestran las consecuencias dramáticas de las políticas basadas en el origen y la raza. En cualquier caso, el gobierno toma una firme posición en contra de la creciente falta de respeto a las leyes humanitarias recogidas en la Convención de Ginebra y ratificadas por las naciones», agregó Boesalaguer.
La elección del sucesor del Gran Maestre tendrá lugar dentro de los próximos tres meses, como se prevé en la Constitución de la Orden de Malta. El lugarteniente ad interim, fray Ludwig Hoffmann von Rumerstein, convocará al Consejo Completo del Estado, el órgano elector, el cual está compuesto por una representación internacional de los miembros de la Orden. Se reunirán en la Villa Maestra de la Orden en Roma.