La donación se realizará mediante la Limosnería Apostólica y la Custodia franciscana de Tierra Santa y a la aportación también se ha sumado la Curia romana
(J. Bastante/Aica).- Predicar, orar y dar trigo. El Papa Francisco concluyó este mediodía los ejercicios espirituales de Cuaresma con buena parte de la Curia. Y lo hizo ofreciendo una misa por la paz en Siria, y proponiendo una donación de cien mil euros para los pobres y los niños de Alepo.
Una donación a la que también se han sumado los miembros de la Curia, según informó la viceportavoz vaticana, Paloma García Ovejero. La donación se realizará mediante la Limosnería Apostólica y la Custodia franciscana de Tierra Santa y a la aportación también se ha sumado la Curia romana.
A las 11,30 de la mañana, Francisco puso fin al retiro espiritual de Cuaresma que comenzó el pasado domingo en la residencia de los Paulinos en Ariccia, a unos 30 kilómetros al sur de Roma.
En esta última jornada, Bergoglio agradeció las predicaciones que el fraile franciscano Giulio Michelini ha realizado en estos días de retiro (centrados en la predicación de San Mateo), y recordó que «hay una montaña de cosas sobre las que meditar», aunque, citando a San Ignacio, añadió que «cuando uno encuentra en los ejercicios espirituales algo que da consolación o desolación debe detenerse y no continuar, recapacitar».
Tras el retiro, Francisco proseguirá con su agenda a la tarde, cuando acudirá al Vicariato de Roma para mantener un encuentro con los párrocos prefectos de la diócesis de manera «absolutamente privada», subrayó García Ovejero.
La salida del Papa de Ariccia volvió a dejar imágenes curiosas, como la de un Santo Padre sentado, como uno más, en la cabecera del primero de los microbús. El Papa, que estaba en la segunda fila del primero de los dos vehículos, al salir vio a un grupo de fieles reunidos que lo saludaron con aplausos y vivas.